Desde México, D. F.

La Procuraduría General de la República (PGR) detuvo a siete personas supuestamente relacionadas con el atentado del pasado 15 de septiembre en la ciudad de Morelia, que mató a ocho personas e hirió a 132. Entre ellos estarían dos hombres que habrían confesado ser sicarios de Los Zetas y haber arrojado granadas de fragmentación entre una multitud que festejaba un aniversario más del inicio de la guerra de la independencia. El objetivo no era atacar a civiles, según uno de ellos, sino “provocar” al gobierno. Su confesión grabada fue difundida por la Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada (Siedo) y al menos hasta ayer en la tarde podía ser vista en video desde la página de la PRG en Internet.

La noche del viernes, la subprocuradora Marisela Morales presentó a tres hombres detenidos el jueves en Apatzingan, en el estado de Michoacán, como resultado de un operativo diseñado a partir de una “denuncia anónima” recibida el miércoles 24. Los detenidos habrían confesado en menos de 24 horas desde su arresto. Dos de ellos, Julio César Mondragón Mendoza (alias El Tierra Caliente) y Juan Carlos Castro Galeana (alias El Grande), narraron cómo arrojaron las granadas. El tercero, Alfredo Rosas Elicea (alias El Socio o El Valiente), sólo fue identificado como uno más de los “autores materiales”, sin que se detalle su participación. Las autoridades no proporcionaron ninguna información de los otros cuatro detenidos.

En el breve video difundido por la PGR se ve a Mondragón y a Castro, en momentos distintos, contando a quienes se supone deben ser agentes del Ministerio Público Federal cómo realizaron el atentado. En la segunda parte del video, más que un interrogatorio, el agente es el que dice cómo sucedieron las cosas, mientras el presunto sicario sólo va confirmando, a veces con monosílabos.

Versiones de prensa atribuyen a funcionarios de la PGR la versión de que los detenidos son Zetas, no actuaron por cuenta propia ni planificaron el ataque; sólo habrían sido contratados para cometer los atentados. “Les ordenaron que lo hicieran y les pagaron”, declaró un funcionario no identificado de la PGR.

En cualquier caso, existe suspicacia por la celeridad de los hechos entre la “denuncia anónima” y la presentación de tres de los siete detenidos. El gobernador de Michoacán, Leonel Godoy, dijo no haber recibido ninguna notificación oficial del gobierno federal, pero que confía en que los detenidos sean realmente los autores materiales de los ataques en contra de la población civil.

En medio de una discusión pública por supuestas advertencias que el crimen organizado habría hecho antes de los atentados del 15 de septiembre, el gobernador Godoy confirmó que se realizará un desfile cívico-militar programado para este próximo martes 30 a pesar de una oleada de llamadas anónimas con nuevas amenazas de bombas, e incluso anunció que la ceremonia sería encabezada por el presidente, Felipe Calderón.

Las autoridades de Michoacán han recibido varios mensajes previniéndoles de un ataque en contra de elementos de las fuerzas armadas durante ese desfile y les recomiendan mantener alejados a los alumnos de escuelas que participarán en el acto.