La presidenta Cristina Fernández de Kirchner y su par Michelle Bachelet se reunieron ayer en la ciudad chilena de Punta Arenas, dando inicio a los actos conmemorativos por los 30 años de la mediación papal que evitó un conflicto armado por la soberanía sobre el canal de Beagle entre las dictaduras que gobernaban ambos países. “Los gobiernos populares y democráticos de ambos países son los que garantizan la hermandad para siempre de los pueblos”, expresó anoche Cristina Kirchner. Reveló que las cancillerías de ambos países están trabajando para que el año próximo se firme un tratado complementario de paz y amistad del que suscribieron hace 25 años.

Cristina Kirchner llegó al aeropuerto Presidente Ibáñez de Punta Arenas pasadas las 20, fue recibida por Bachelet y ambas se trasladaron a la escuela República Argentina. “Estoy muy contenta de estar acá”, fue lo primero que dijo la Presidenta y mencionó que aunque nunca había ido físicamente, ella conocía bien Punta Arenas, en el extremo austral chileno, porque de allí era la madre de Néstor Kirchner. “Es como estar en casa”, aseguró.

Las mandatarias encabezaron un acto en el que entregaron el Premio Binacional de las Artes, que otorgan en conjunto el Consejo Nacional de la Cultura y las Artes de Chile y la Secretaría de Cultura argentina. En esta ocasión, la medalla y el diploma fueron para el equipo que realizó el libro Fueguinos. Fotografía del Siglo XIX y XX. Imágenes e imaginarios del fin del mundo. “Este premio es símbolo de la relación privilegiada entre los pueblos argentino y chileno”, explicó el secretario de Cultura, José Nun.

Las presidentas se dirigieron luego a la intendencia local –que llaman La Moneda Chica por sus similitudes con la sede gubernamental de Santiago–, donde tuvieron una reunión privada. La esperaba una guardia de honor del ejército de Chile y se entonaron los himnos de ambos países. En la entrada, ciudadanos con banderas de ambos países se acercaron a saludarlas.

Cristina y Bachelet firmaron una declaración conjunta y acuerdos en busca de fortalecer la relación bilateral. La cena de gala posterior se realizó en el Casino de Tripulación de la Tercera Zona Naval. El menú –preparado por cuatro reconocidos chefs chilenos– constó de centolla gratinada y calamares con ostiones patagónicos, filet de congrio y caracoles. Cristina Kirchner recordó cuando en la noche del “22 o 23 de diciembre (de 1978) mucha gente abandonaba Río Gallegos porque la guerra era inminente”. Relató que ella dejó la ciudad con su hijo Máximo en brazos, pero que Néstor Kirchner decidió quedarse.

“El fantasma de la confrontación dio paso a la convicción, al compromiso, a la integración, a la cooperación y a la inversión”, expresó Bachelet.

Las mandatarias asistirán hoy a una misa que será celebrada a partir de las 7 por el enviado papal, cardenal Odilo Pedro Scherer, arzobispo de San Pablo, Brasil, junto a representantes de la Iglesia Católica de la Argentina y Chile. También habrá un acto en la localidad argentina de Monte Aymond. En ese puesto fronterizo, las presidentas colocarán la piedra fundamental de lo que será un monumento a la paz, cuya inauguración se prevé para 2010 como parte de los actos por el Bicentenario de la Revolución de Mayo.