Ferreyra decidió denunciar a Campagnoli al verlo con su auto en una nota publicada por Infobae.

El legislador porteño de Seamos Libres, Pablo Ferreyra, denunciará mañana ante la Justicia al suspendido fiscal José María Campagnoli por utilizar un automóvil con patente de funcionario, un privilegio que –a excepción del Presidente y sus ministros– nadie puede utilizar en la Ciudad de Buenos Aires desde hace más de diez años. Además, pedirá investigarlo debido a que el vehículo “no se encuentra debidamente identificado”. “Lo más paradójico es que una persona que fue declarada Personalidad Destacada de las Ciencias Jurídicas no conozca la ley”, subrayó Ferreyra.

Ferreyra tomó la decisión de denunciar a Campagnoli a partir de la publicación de una nota en el portal Infobae el 10 de junio pasado, en la que se pueden apreciar fotos del auto que utiliza Campagnoli para trasladarse por la ciudad. Un “viejo y oxidado Peugeot 405 rural, modelo 93”, remarca el artículo con la idea de reforzar la imagen de humildad del suspendido fiscal de Saavedra, convertido por algunos sectores políticos de la Capital Federal en una suerte de emblema de la lucha contra la corrupción por estos días.

El problema es que ese auto humilde lleva una chapa blanca de funcionario cuya utilización fue prohibida por ley hace más de diez años y que le otorga a Campagnoli privilegios respecto del resto de los ciudadanos, sometidos a las normas de tránsito porteñas y a las infracciones que pueden surgir de ellas.

“Un fiscal, por la propia función que tiene, no puede desconocer las leyes, pero quizá lo más indignante para la ciudadanía es que exhiba su ilegalidad públicamente sin recibir por ello ninguna reprobación social ni sanción legal”, sostiene Ferreyra en su denuncia que será presentada este lunes en Comodoro Py.

Hasta 2003 la expedición de esas patentes era autorizada por el Código Fiscal de la Ciudad, cuyo artículo 255 establecía que se otorgaría “al solo efecto protocolar” un juego de chapas patente de fondo blanco con numeración azul a funcionarios, entre los que se enumeraba a los fiscales.

Ese privilegio fue derogado el 20 de noviembre de 2003 por la Legislatura porteña mediante la Ley 1192 que aprobó un nuevo Código Fiscal porteño. A partir de ese momento, sólo el Presidente y sus ministros fueron los funcionarios autorizados a circular con estas patentes distintivas. “Campagnoli busca mantener privilegios que la sociedad rechazó hace más de diez años por considerarlos anacrónicos y corporativos”, sostuvo Ferreyra.

Tras la sanción de esa ley local, la Corte Suprema de Justicia emitió la resolución 508 en 2004 por la que comunicó a magistrados y funcionarios de Poder Judicial “que posean chapas patentes protocolares” que debían “abstenerse de utilizarlas” y proceder “a su devolución a la Dirección de Rentas de Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, antes del 30 de abril de 2004”.

Diez años después, Campagnoli circula en un auto que todavía conserva esta patente de privilegio y, de hecho, con ese mismo vehículo llega hasta la sede de la Procuraduría General de la Nación donde enfrenta el jury por mal desempeño.

“Es una muestra más de la concepción elitista de Campagnoli”, consideró Ferreyra. “Para él, existen ciudadanos de primera, que tienen derecho a mantenerse al margen de la legalidad, y ciudadanos de segunda, para los que no existen ni las más básicas garantías constitucionales, tal como lo demuestran sus prácticas abusivas sobre los vecinos del Barrio Mitre”, cuestionó el legislador, en referencia al archivo de imágenes de unas 1500 personas que se usaba para inducir a víctimas de delitos a “reconocer” a sus agresores.

“Mostrarse en público y en los medios de comunicación en esta situación de ilegalidad ilustra la impunidad con la que intentan manejarse algunos funcionarios del ámbito judicial”, indicó el diputado de Seamos Libres. “¿Qué agente de tránsito se atrevería a levantarle una infracción por estar mal estacionado a un auto con esta chapa?”, se preguntó.

La presentación que hará Ferreyra también menciona que el 15 de abril de 2004 el por entonces procurador general de la Nación, Luis González Warcalde, resolvió instruir a todos los magistrados y funcionarios del Ministerio Público Fiscal de la Nación, a quienes se les hubiesen asignado estas placas protocolares, que deberían cesar en su uso a partir de esa misma fecha y devolverlas durante mayo de 2004.

“Resulta injustificable –continúa el escrito de Ferreyra– que diez años después de esa prohibición el Sr. Campagnoli utilice la chapa blanca en un vehículo conducido por él.” Por eso, el legislador pedirá investigar cuáles son los motivos por los que el fiscal actualmente enjuiciado aún continúa usándola, en lugar de utilizar en su auto la chapa correspondiente. Es decir, una normal, como la que tienen todos los demás ciudadanos en sus autos, tal como lo estableció en 2004 una ley de la Legislatura porteña, la misma que hace sólo un mes y por impulso del PRO declaró a Campagnoli Personalidad Destacada de las Ciencias Jurídicas en el ámbito de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

“Se supone que esa distinción se le otorgó por haber dedicado su vida al estudio de las leyes, pero todo indicaría que hay algunas materias que debería volver a cursar”, ironizó, finalmente, el legislador porteño.

Informe: Aldana Vales.