La presidenta de Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini, escribió una carta abierta al papa Francisco en la que se manifestó “hondamente preocupada por el pedido de una parte de la iglesia argentina de perdón y reconciliación”. “Siento que la Iglesia sigue sin hablar de nuestros 30 mil hijos e hijas que murieron solos y abandonados en campos de concentración”, dice Hebe en la carta. “¿Dónde estaba Dios cuando aviones cargados arrojaban vivos a nuestros hijos al mar?”, se pregunta. “Le recuerdo que los que armaban esos vuelos y los conducían, al volver a tierra eran perdonados por algunos sacerdotes que se justificaban diciendo que era para salvar a la patria.” “Me sigo preguntando, ¿el año del jubileo servirá para que la indulgencia llegue a estos feroces asesinos y sus cómplices?”, reza la carta, centrada también en la preocupación de Hebe por la “indulgencia” que podrían ganar los represores. La carta cita un pasaje de un discurso de Francisco, al que Hebe responde: “Me asusta pensar, como cristiana, que Dios llegue tan tarde y me pregunto: ¿Por qué cuando torturaban con los más salvajes métodos, Dios no estaba para frenar a los feroces torturadores?”