El gobierno argentino decidió endurecer su posición respecto a las críticas uruguayas sobre la ineficacia del Mercosur, derramadas en estos últimos días por el presidente oriental, Tabaré Vázquez, y en el pasado reciente por varios de sus ministros. En diálogo con Página/12, un altísimo diplomático argentino sostuvo que “somos Argentina y Brasil quienes tenemos la mayor responsabilidad de manejar la región. Nuestra unión, aun con inconvenientes y diferencias, es muy fuerte y lo será más. Si los países cuya base de sustentabilidad económica es la evasión impositiva quieren firmar acuerdos con Estados Unidos, que lo hagan y se vayan de una buena vez”. Vitriólico, el confidente agregó: “No nos vamos a pelear con la Unión Europea por Botnia. Este es un issue más, incluso pequeño en el marco de los intereses argentinos y del Mercosur”.

La conversación nada casual que mantuvo este reportero con la fuente citada da cuenta de una suerte de hartazgo del gobierno argentino respecto de lo que consideran exageraciones por parte de su par uruguayo, magnificadas por el propio Tabaré. El mandatario oriental disparó, el pasado miércoles, en una cumbre en Asunción, que de construirse un gasoducto entre Bolivia, Paraguay y Uruguay, la traza debía evitar a la Argentina, por temor a que nuestro país le corte el fluido a modo de extorsión por el diferendo sobre las papeleras. La segunda frase, que ya se la había dicho al presidente de Brasil, Lula da Silva, fue: “En América hay dos países bloqueados: Cuba y el Uruguay”. El parangón fue repetido en la cumbre de Asunción, frente a otros tres presidentes (Hugo Chávez, de Venezuela, Evo Morales, de Bolivia, y el anfitrión, Nicanor Duarte Frutos, además del invitado sorpresa de Chávez que, como adelantó en exclusiva Página/12, fue el canciller cubano, Felipe Pérez Roque). Vázquez gusta referirse así a los cortes de los puentes que unen Entre Ríos con la banda oriental. Suena a mucho si se tiene en cuenta que, de tres pasos internacionales, sólo está cortado el que enlaza Gualeguaychú con Fray Bentos, sitio este último donde se construyen las dos papeleras de la discordia.

Pasado mañana, martes, Lula da Silva, Chávez y el presidente argentino, Néstor Kirchner, mantendrán en Brasilia una reunión trilateral –que fuera postergada el día de la asunción de Michelle Bachelet a la presidencia de Chile–. Esta entente apunta a transformarse en el nuevo eje de la integración de la región, en este caso en el Mercosur. Venezuela está en proceso de incorporación como miembro pleno, y los gobiernos de Argentina y Brasil se entregan laboriosos a la “contención” de Chávez, a la morigeración de su flama, y a su defensa ante los embates cada vez más duros, sostenidos e ideológicos de los Estados Unidos.

En este trilateral todos los temas serán tratados. Kirchner y Lula abordarán también el litigio con Uruguay, “pero será en el marco de una agenda mucho más amplia que tenemos con Brasil, que tiene que ver con mejorar el comercio y planificar a futuro las cuestiones regionales”, confió el diplomático a este diario.

Europa, Europa

El negociador, sostuvo que “Lula efectivamente habló con la presidenta de Finlandia, Tarja Halonnen (a principios de la semana pasada de visita en Brasilia), algo respecto de Botnia, le dijo que haga algo para que se pueda salir del atolladero, pero no fue una mediación secreta, no la pedimos nosotros, lo hizo en el marco de una conversación donde hablaron de todo y, a las dos horas, Lula llamó para contarnos la conversación”. El gobierno finlandés ha sido incorporado en este asunto por una decisión argentina. De lo contrario, la idea de Helsinki era pasar lo más inadvertido posible a pesar de contar con una porción accionaria en la papelera Botnia. Así, Kir-chner y la diplomacia criolla avanzaron sobre los finlandeses para que se incorporen a una posible solución del diferendo, trabado porque dicha factoría se niega a dar información sobre el sistema que utilizará para producir la pasta de celulosa, y a detener la construcción de sus instalaciones sobre el río Uruguay a fin de realizar un estudio de impacto ambiental.

Sin embargo, y a pesar de esta situación, el gobierno argentino decidió que el asunto no deberá interferir en la relación de Buenos Aires, ni del Mercosur con la Unión Europea. “Si la UE fuese detrás de Finlandia en esto, no nos pelearemos. No por esto”, afirman en el Palacio San Martín, donde destacan que el viernes pasado, un grupo de eurodiputados le entregó una ponderada invitación al canciller, Jorge Taiana, para que Kirchner vaya a exponer, cuando disponga su agenda, al Parlamento Europeo, en Estrasburgo, Francia, sobre las características de la recuperación económica argentina.

El 11 y 12 de mayo se realizará en Viena, Austria, la cumbre UE –países de América latina y el Caribe–, una multitudinaria reunión donde participarán más de 50 estados. El día siguiente, 13 de mayo, la cumbre será entre la UE –la troika que forman parte de su conducción ejecutiva– y el Mercosur. “Allí sacaremos la agenda y seguramente nos pelearemos por la política agropecuaria europea y la cerrazón de sus mercados. Las negociaciones comerciales fracasarán, en ambas cumbres, pero eso será porque la propuesta europea es pésima. Nada que tenga que ver con papel o Finlandia será trabazón alguna para que desarrollemos nuestros temas y tratemos de mejorar las relaciones”, definió el confidente de Página/12.

Finlandia será, a partir de junio, presidente de UE por seis meses.