El proyecto circula desde hace tiempo entre varios dirigentes de derecha: Mauricio Macri y Juan Carlos Blumberg, reunidos en una misma candidatura, en la que el padre de Axel podría avanzar hacia la gobernación de la provincia de Buenos Aires con la seguridad como estandarte. En el macrismo no niegan que existe “buena onda” con Blumberg, que tuvo una reunión con el diputado part-time hace dos meses y mantiene un contacto cada vez más fluido con los jóvenes PRO, como Eugenio Burzaco. Tanto Blumberg como el macrismo salieron ayer a negar la posible alianza electoral entre los ingenieros de la mano dura, pero –en privado– dan rienda suelta a esa posibilidad: “Seguro que mejor que a López Murphy le va a ir”, ironizó un allegado de Macri. Envalentonados, incluso imaginaron una Plaza de la Seguridad para contrarrestar el acto del 25 de Mayo del kirchnerismo, que podrían encabezar Blumberg y Marcelo Bragagnolo, el padre Matías, que murió en confuso incidente en Palermo Chico.

“Mide muy bien, pero no estamos seguros de si se traduce en votos. Pueden terminar diciendo que utilizó la muerte de su hijo para la política”, sostuvo un allegado al empresario. Sin embargo, apenas circuló la versión de que podrían empezar a recorrer la provincia juntos, Blumberg se apuró ayer a desmentirlo. “No, para nada. No sé de dónde salió eso. Muchas veces me han ofrecido entrar en la política, también las elecciones pasadas”, dijo, en referencia a la propuesta que había recibido del ex presidente Eduardo Duhalde y que no dudó en rechazar. Con Macri, en cambio, tiene más afinidad. “Nos reunimos por cosas pendientes del Congreso, como la baja de la edad de imputabilidad”, aseguró.

El segundo de Compromiso para el Cambio (CPC), Horacio Rodríguez Larreta, también desmintió, aunque en un tono más suave, que exista ese ofrecimiento: “Es muy prematuro hablar de candidaturas. Es cierto que nuestra intención es armar un frente bien amplio”. “Con Blumberg ha habido reuniones, pero siempre hablando del interés que tenemos en sus proyectos”, remarcó. La semana pasada, Blumberg compartió con él un seminario en la Legislatura, en la que coincidieron en casi todo.

Cerca del empresario, no niegan que los contactos son fluidos, como la cena que compartieron con Blumberg el jueves pasado Rodríguez Larreta, Burzaco, Gabriela Michetti, Carlos Tramutola, Federico Pinedo y Jorge Macri. “No se habló de recorrer la provincia en campaña, pero sí de participar en alguna charla con nuestros expertos en seguridad”, destacó uno de los comensales. Sobre los proyectos de seguridad, Blumberg viene trabajando desde hace tiempo con Burzaco, que ya presentó un proyecto para aumentar las penas en el caso de delitos contra ancianos y una ley antiterrorista, que preparó junto al diputado Cristian Ritondo y a la que no habrían sido ajenos Blumberg y Bragagnolo.

Ritondo negó que hubiera tenido contacto con la fundación Axel para el proyecto de ley antiterrorista, que endurece las penas para el financiamiento o la colaboración con el terrorismo. “Es totalmente falso. Esa ley la vengo trabajando yo desde hace un año”, se quejó en diálogo con Página/12. La incorporación de Blumberg sería contradictoria con los intentos de Macri de sumar a los posduhaldistas, donde varios avizoran esa candidatura, como el ex secretario de Seguridad Juan José Alvarez.

Cerca del líder de Recrear, Ricardo López Murphy, tampoco se entusiasmaron con la posibilidad de incorporar a Blumberg: “No sólo el dolor da autoridad para ser candidato”, comentaban. En tanto, en el despacho del posduhaldista Eduardo Camaño, que hace poco se acercó al empresario, surgió la idea de una Plaza de la Seguridad que enfrente a Kirchner encabezada por Blumberg. En 2004, el ingeniero cosechó adhesiones que se tradujeron en multitudinarias marchas y en la aprobación de las leyes de mano dura. En los últimos días, volvió a las pantallas de la mano de Bragagnolo. Una investigación de la periodista Susana Viau reveló en Página/12 que Bragagnolo tuvo vinculaciones con el dictador Emilio Massera. Está por verse si las personas que simpatizaron con su dolor los acompañan en una (aún hipotética) carrera política.