Marcos Suárez ni siquiera sospechaba que sus padres eran desaparecidos. Se acercó a fines de marzo de este año a las Abuelas de Plaza de Mayo para averiguar sobre su filiación paterna, “ya que en la inscripción del Registro Civil no había ninguna indicación respecto del padre”, contó Estela Carlotto, la presidenta del organismo. Ayer se anunció el encuentro de este nieto, el número 85, quien hace una semana se abrazó con su abuela Modesta “como si se conocieran de toda la vida”, aseguró Carlotto.

Acompañada por el secretario de Derechos Humanos, Eduardo Luis Duhalde, Carlotto leyó el comunicado en donde se relata la extensa búsqueda del ya fallecido abuelo de Suárez, Luis Rodolfo Vedoya, quien radicó su pedido hace 29 años. En ese entonces, los padres de Suárez eran una joven pareja de estudiantes, que vivía y militaba en La Plata. Marcos fue secuestrado el 10 de diciembre de 1976, junto a su padre, Hugo Suárez. Su madre, María Rosa Vedoya, estaba desaparecida desde octubre del mismo año.

“Vino a buscar una historia y se encontró con su historia”, dijo Carlotto, quien explicó que Suárez había concurrido a las Abuelas pensando que su padre lo había abandonado. A partir de esa primera entrevista se avanzó en la reconstrucción de los vínculos familiares y se comprobó que faltaban fotos de los primeros meses de vida, incluso de su primer año. “Como la mujer que lo crió se desempeñaba como profesional en una institución del ámbito de la salud, su nacimiento surgía como ocurrido en un domicilio particular y de ello se deduce que no sólo se trataba de una ausencia vinculada al nombre del padre, sino también a lo referido a su maternidad”, señala el comunicado.

Una vez agotada la búsqueda documental y aconsejado por sus amigos, Suarez, de 31 años, se presentó el 4 de abril pasado en la Comisión Nacional por el Derecho a la Identidad (Conadi) y los estudios de ADN confirmaron su identidad. La presidenta de Abuelas relató que Marcos “todavía no pudo decir nada”, porque se enteró el 12 de este mes y dos días después “se reunió acá con su abuela Modesta, sus tíos y primos”. Durante la conferencia, Carlotto brindó algunos detalles de este encuentro “emocionante”. Modesta “quedó petrificada” cuando se enteró; Suárez llegó a la sede de las Abuelas acompañado de uno de sus hijos y se fundió en un abrazo con su abuela: “Se notaba que eran familiares –apuntó Carlotto–, de hecho tienen la misma estatura, las mismas facciones, eran iguales”.

Sobre el final de la conferencia de prensa hubo una mala noticia: el sitio web de las Abuelas, donde reciben consultas, mantienen contactos internacionales y brindan información, fue atacado y dejó de funcionar debido a una saturación. Ayer las Abuelas denunciaron ante la Justicia este “delito informático”, que consideraron “un ataque a la institución”.

Informe: Emilio Ruchansky.