El caso Skanska se llevó puesto a un tercer funcionario del gobierno nacional. El subsecretario de Obras Públicas, Raúl Víctor Rodríguez, renunció luego de quedar involucrado por la grabación de la empresa sueca en el presunto pago de coimas en el acueducto de Río Colorado, cuando él era secretario de Obras Públicas provincial del gobernador menemista Rubén Marín. Rodríguez –ex segundo de José López– dejó su cargo luego de que fueran despedidos por decreto el titular de Enargas, Fulvio Madaro, y el gerente general de Nación Fideicomisos, Néstor Ulloa. En el texto de su renuncia interpretó que “los hechos aparentemente cuestionados se relacionarían con eventos detectados entre 2004 y 2006”, que pertenecen a la gestión del gobernador Carlos Verna, enfrentado con Marín.

Rodríguez creció bajo el ala de Marín en los ’90 y, según se comenta por esas pampas, hizo su paso al kirchnerismo a través de Graciela Oporto, esposa de Rafael Follonier, otro pampeano que proviene del gobierno de Marín y revista en el Ministerio del Interior. “Los Follonier fueron compañeros de Kirchner en La Plata en los ’70”, recordó ante este diario un avezado dirigente del PJ pampeano.

De sus tiempos menemistas, Rodríguez pasó a ser titular del Consejo Interprovincial de Ministros de Obras Públicas (Cimop) y luego fue secretario de Obras Públicas en la intervención de Pablo Lanusse. Se separó de esa tarea unos meses antes de que terminase la intervención para recalar en el Ministerio de Planificación. Pero no perdió sus lazos con Marín: es actualmente el suplente del ex gobernador en el Senado. Un cargo que podría asumir si el justicialista se impone en su interna con Verna.

El ex funcionario no estaría requerido, de momento, en ninguna causa judicial. Sin embargo, el pasado lo alcanzó a partir de la grabación de Skanska entre el auditor Claudio Corizzo y el gerente comercial Javier Azcárate, quien menciona en un tramo del audio: “El secretario de Obras Públicas nos decía: ‘Bueno, yo te voy a mandar a uno de estos que maneja cuatro empresas, dos empresas, no sé, y le pagás a él’”. Rodríguez fue secretario de Obras Públicas de la provincia entre 1997 y 2003. En otra parte de la cinta, se mencionaba el ir y venir de “valijitas”.

C.: –¿Qué pasó con La Pampa? ¿Participó Techint?

A: –Sí. (...)

C.: –Y acá la línea, la valijita.

A.: –La valijita la consolidábamos en Techint o la consolidábamos nosotros o la venían a buscar de La Pampa o se la llevábamos a La Pampa. (...) Es lo mismo dársela a un tipo en un café o dársela a Techint para que se la dé a un tipo en un café. Nos turnábamos para que no nos peguen un tiro.

De vuelta en su Santa Rosa natal, Rodríguez remarcó que “lo que dice Azcárate no sé de dónde lo sacó y estoy a disposición de cualquiera para aclararlo”. Si bien reconoció que “se han cometido errores en el proceso de construcción del acueducto”, aseguró que “esta situación de coimas que se plantea no existió y, si existió, yo no lo sabía”.

Acueducto interminable

El acueducto de La Pampa tardó seis años en construirse y atravesó varias polémicas: en 1998, el gobierno de Marín se lo adjudicó al empresario Victorio Américo Gualtieri, cercano al ex gobernador Eduardo Duhalde. Se financió por 183 millones de pesos-dólares que llegaron por orden del presidente Carlos Menem. Dos años más tarde, Marín terminó por rescindirle el contrato por incumplimientos.

La oposición denunció que se había modificado el pliego original para beneficiar a Gualtieri y que el empresario no hizo las pruebas hidráulicas pautadas en un comienzo. El diputado provincial Mario Cayre presentó una denuncia penal por esas irregularidades. “Rodríguez estaba al tanto del tema y avaló modificaciones del pliego”, afirmó el legislador del FRAP, que nuclea a la UCR, el Frepaso y los socialistas locales.

El fiscal de Estado José Alejandro Vanini –mano derecha de Verna– también presentó una denuncia ante el fiscal de Investigaciones Administrativas, Enrique Romero Oneto, cercano a Marín. Como Romero Oneto formó parte de la comisión encargada de auditar el acueducto, se excusó de intervenir y la causa quedó en manos de un funcionario de segunda línea. Ninguna de las dos causas avanzó hasta ahora.

En 2001, la provincia firmó un convenio con una Unión Transitoria de Empresas (UTE) entre Skanska y Techint para terminar la obra del acueducto. Según versiones periodísticas, se pautó en 74 millones de pesos-dólares. En 2005, Skanska hizo un nuevo acuerdo para gerenciar el acueducto. En la negociación intervinieron tres de los actuales gerentes imputados en las dos causas, por presunta evasión fiscal y supuestos sobornos: Rubén Zerega, Eduardo Varni y Azcárate, quien menciona que “la valijita se la llevábamos a La Pampa”.