El juez penal tributario Javier López Biscayart procesó por evasión impositiva agravada a diez ex directivos de Skanska y a un contador que actuó como nexo en la contratación de una empresa fantasma proveedora de facturas truchas en el marco de las obras de dos gasoductos. El magistrado firmó la resolución pasada la medianoche. A los ex ejecutivos no les dictó prisión preventiva. Sólo quedó preso el hombre que actuó como intermediario. El fallo fija embargos de 500 mil pesos.

Los abogados del caso Skanska ya no sabían qué hacer al anochecer para mitigar la espera de la resolución. Estaban los que no se movían del pasillo del juzgado y los que se iban a tomar café. En cambio, Pablo Slonimsqui, defensor del ex gerente de Nación Fideicomisos, aprovechó el rato para avanzar con las clases de magia que le da, al mejor estilo Harry Potter, a su colega Fernando Burlando desde que estalló el caso. Lo llevó hasta un negocio en avenida de Mayo y le regaló un libro especial para hacer trucos, de ésos que se pintan, despintan y cambian los dibujos. Burlando, ansioso por hacer su propio testeo, lo abrió en cuanto salió a la vereda y ¡zácate!: una llamarada le quemó un mechón del jopo. El bloo-per sumó una señal al estado de resignación ya reinante.

Los procesados son los ex CEO de Skanska Mario Piantoni y Gustavo Vago, los ex gerentes Javier Azcárate, Héctor Obregón, Alejandro Gerlero, Juan Carlos Bos, Eduardo Varni, Sergio Zerega y Roberto Zareba y el ex empleado de compras Atilio Fuentes. A ellos se suma el contador Alfredo Greco.

Todos habrían tenido alguna intervención en la maniobra y aparecieron comprometidos por una auditoría de la propia multinacional. Como parte de ese sumario interno, el síndico Claudio Corizzo registró sin aviso una conversación con Azcárate. Es la famosa grabación en la que este ex gerente habla de que el negocio es del “pingüino de acá a dos cuadras” y especifica el reparto de “comisiones indebidas” entre el fideicomiso y el Enargas, además de TGS y TGN, gerenciadoras de los gasoductos impulsados por el ministerio de Planificación Federal.

López Biscayart dictó falta de mérito para José Alonso, ex director financiero de la compañía sueca para América latina. Al ser indagado, Alonso describió su participación en la auditoría. Aseguró haber sido quien advirtió sobre la evasión y el posible pago de coimas funcionarios públicos. Alonso es, además, el único de los ex directivos acusados que hasta ahora no fue indemnizado por la empresa. En cambio, los ex gerentes recibieron cifras millonarias tras ser desplazados tras el escándalo.

El juez excluyó de su decisión, al menos por el momento, a Ignacio Urribelarrea, quien cumplió tareas de coordinación en la ampliación del Gasoducto del Norte y ahora sigue trabajando para Skanska en la filial Venezuela. Tampoco quedó comprendido en el fallo el ex gerente de Nación Fideicomisos –ente que financió las obras–, Néstor Ulloa. De hecho, este funcionario hasta ahora no fue indagado en esta causa.

López Biscayart partió de la base de que Skanska evadió 2,5 millones de pesos de IVA y 4,1 millones de Ganancias sólo en 2005. La evasión es agravada cuando supera el millón de pesos. Aquel año la compañía utilizó 118 facturas truchas en el marco de dos obras públicas, según detectó la investigación judicial. Esto fue lo que tuvo en cuenta el magistrado al indagar a los imputados dos semanas atrás. Por entonces ordenó detenerlos, aunque los liberó en pocas horas, excepto al contador Greco. Esta vez decidió dejarlos en libertad con el argumento de que el monto de la evasión no está totalmente determinado.

Los comprobantes, provenientes de 23 sociedades distintas –en su mayoría fantasma–, daban cuenta de pagos por bienes y servicios inexistentes. Según entendió el juez esto podía ser prueba de evasión pero también de sobornos. Ahora las coimas a funcionarios las investiga el juez federal Guillermo Montenegro.