NICOLAS CASULLO.

Antipolítica neoliberal

“El cambio de Macri fue acentuar una identificación con la anti-política, adecuándose al sentido común imperante neoliberal, y acentuar el fetiche de que la política no es conflicto, no es confrontación, sino un mundo de empleadores que emplean y empleados que trabajan”, plantea el crítico cultural Nicolás Casullo. “La gran confrontación que lleva adelante la derecha es a través de los medios de comunicación, que son la derecha en este país. El movilero, el conductor acentúan lo que puede ser una imagen feliz, que salta un charco y sonríe. Kirchner no se pelea con Macri, sino que se pelea con los medios. Eso sería lo nuevo en la cultura: una derecha idealizada, bucólica, que le dice basta al conflicto. Todo va a ser un consenso y a no irritar nada. Macri acentuó todas estas variables y sus propios afiches enmarcan esta mirada despolitizante.” “Se pudo permitir la posibilidad de ser un especie de vacío apolítico, coincidente con un sentido común neoliberal”, interpretó. “El manda ese mensaje subliminar, que forma parte de una lógica de mercado triunfadora, que piensa que el conflicto es un obstáculo que puede tranquilamente no existir. Y el resto se resuelve entre el empresario y los empleados”, destacó Casullo, quien planteó como central la aparición de “una derecha audiovisual, que es el miedo y la seguridad como agenda diaria. Frente a eso, los candidatos de derecha son apenas figuritas.”

MARCOS NOVARO.

Vecinalista y lavado

Para el sociólogo Marcos Novaro los principales responsables de la victoria de Mauricio Macri son sus adversarios. Macri cambió poco y nada.

“Siempre hizo una cosa lavada y vecinalista. El que perdió fue el Gobierno, porque hizo una campaña sucia. Creían que si pasaban, podían ganar, pero le dejaron todo el centro a Macri, que no hizo gran cosa, pero atrajo a quienes repudiaron la campaña del Gobierno. Las campañas mal concebidas fueron las de los otros.” El sociólogo interpretó que no puede funcionar la estrategia de intentar reproducir lo ocurrido en 2003. “No se sostiene la polarización, porque creen que pueden recrear las condiciones de la transición chilena. No tienen enfrente una derecha pinochetista. Cuando lo hacen, lo hacen muy mal”, advirtió. “Macri no cometió errores, dejó que las cosas pasaran. Telerman cometió algunos errores, quedó a media agua entre oficialismo y oposición. Pero lo que generó una intervención fue la campaña del Gobierno, que no creó un clima de polarización. La gente no está con ganas de eso. En vez de generar discusiones puntuales sobre un tema, hicieron esto de los dos modelos, que no se sostiene.” “Era una campaña difícil, porque tenían que remontar la caída de Ibarra, pero la hicieron pésima. Macri ganó y tenemos la posibilidad de que gane en segunda vuelta por el 70 por ciento de los votos. Y se lo podemos agradecer al Gobierno”, concluyó.