EL PAíS › PASOS LEGALES QUE PUEDE DAR ANTONINI WILSON

Los caminos del valijero

 Por Raúl Kollmann

Anoche seguía sin haber noticias de Diego Alejandro Antonini Wilson. La oficina de Interpol de Estados Unidos ya tiene la orden de captura, pero existe un famoso adagio en la Justicia: “Washington no le dispensa obediencia a ningún organismo internacional, ni tampoco a Interpol”. Más todavía teniendo en cuenta que el valijero es ciudadano norteamericano. En otras palabras, eso significa que en el país del Norte podrían detener a Antonini, pueden optar por esperar un pedido de la Cancillería, según consta en el tratado de extradición entre ambos países, y tampoco se puede descartar que esperen que llegue documentación más precisa desde el juzgado. En casos como el contrabando de armas o el de la mafia del oro, hubo conductas norteamericanas muy distintas cuando se le requirió la detención de personas.

Desde el punto de vista de la situación judicial en la Argentina, las alternativas que se le presentan a Antonini son varias, según el análisis que realizaron para este diario dos jueces del fuero penal económico.

1

Presentarse directamente a la Justicia argentina

Es decir, viajar al país y ponerse a disposición del juzgado. Esa movida tiene una enorme ventaja si el delito que se le imputa es el de contrabando simple. Como la pena es de seis meses a ocho años de prisión, sería excarcelable y su voluntad de presentarse le jugaría a favor. Los jueces consultados piensan que se le impondría una fianza muy elevada y la prohibición de salir del país, pero podría conservar la libertad. Sin embargo, hay quien piensa que rápidamente la fiscal María Luz Rivas Diez se volcaría a la figura de contrabando agravado, para lo que tendría que acusar a los demás pasajeros en el ingreso no declarado de los dólares o, al menos, a alguno de los funcionarios argentinos. El delito de contrabando agravado tiene un mínimo de cuatro años de prisión, sería no excarcelable para muchos jueces, pero se requiere que intervenga un funcionario o tres o más personas. Si Antonini se presenta y le imputan el delito agravado le esperan varios meses de prisión, a menos que la Cámara en lo Penal Económico se incline por el contrabando simple.

2

Podría presentarse en Estados Unidos

Junto a su abogado, el hombre de la maleta podría acercarse a un juzgado norteamericano para ponerse a derecho. Diría que sabe que Interpol tiene una orden de captura en su contra, que se trata de una acusación desmedida porque el acta que se labró cuando ingresó al país sólo establecía una infracción aduanera y que, por lo tanto, se pone a disposición de la Justicia, pero rechaza la extradición. Y a esto hay que agregar un factor político: quien iba a ser su abogado en la Argentina declinó hacerse cargo de la defensa porque, según explicó en un texto difundido a los medios, “al expediente se la ha dado un carácter eminentemente político y no permite una defensa técnica”. O sea que ante el magistrado de Miami, por ejemplo, aducirá que se lo persigue políticamente. En la teoría, el juez norteamericano debería ordenar su detención, pero a partir de allí se pueden producir decisiones que son difíciles de prever. Tal vez Antonini consiga una excarcelación inmediata y se le permita esperar la extradición –trámite que puede durar un año– en libertad. Pero también puede ocurrir lo contrario: que durante el proceso esté en la cárcel. Pesarán allí numerosos factores: abogados poderosos, si el carácter chavista le juega en contra, su relación con las autoridades norteamericanas.

3

Un pedido de exención de prisión

Según fuentes judiciales, el propio viernes un abogado presentó un pedido de exención de prisión a favor de Antonini. Un cable de la agencia Télam mencionó ese día que la jueza Marta Novatti rechazó el pedido y dio curso a la orden de captura. La fiscal insistió con esa variante porque el venezolano-norteamericano se fue de la Argentina, tardó diez días en presentarse en el expediente y no está claro si fijó o no un domicilio en la Argentina. Los abogados de Antonini podrían apelar ante la Cámara insistiendo con el pedido de exención de prisión, pero parece difícil que la Sala B de la Cámara, integrada por Marcos Grabivker, Roberto Hornos y Nicanor Repetto acoja su reclamo.

4

Seguir prófugo

Supuestamente Antonini Wilson es un empresario millonario con numerosas sociedades y emprendimientos en Estados Unidos y una evidente relación con los negocios petroleros en Venezuela. Además, algunos datos lo vinculan también con la venta de armas. Si él es el verdadero dueño de un entramado de actividades más o menos lícitas no puede estar en la ilegalidad porque necesita volver a su vida empresaria “normal”. En ese caso sólo puede optar por alternativas, incluyendo la de pasar un tiempo en la cárcel, que regularicen su situación. Si Antonini, en cambio, es testaferro de alguien, si sus negocios son más ilegales que legales, tal vez opte por abandonar su condominio en Miami y buscar un lugar de refugio donde, al menos por un tiempo, no lo puedan encontrar. Eso indudablemente agravaría su situación judicial en la Argentina.

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