La salud del vicejefe de Gabinete, Jorge Rivas, sigue mejorando. Los médicos que lo tratan aseguraron que “se encuentra despierto y estable” y “reaccionó bien” cuando le desconectaron el respirador artificial. Durante el día de ayer permaneció despierto y comenzó a comunicarse aunque todavía no puede hablar. “Recepciona todo lo que le decimos y hemos establecido un sistema de comunicación en el que él nos contesta con los párpados”, explicó Sandra Cozzo, esposa del dirigente socialista. Desde el martes, cuando fue atacado por dos personas durante un robo, Rivas evoluciona favorablemente y el viernes salió del estado de coma provocado por la fractura del malar derecho. Continúa la investigación para encontrar a los dos responsables aunque familiares y amigos desestiman motivaciones políticas.

“No ha desarrollado otras complicaciones hasta el momento”, sintetiza el parte médico del Sanatorio Fleni de Belgrano, donde se encuentra internado. Su mujer aseguró que “mueve los músculos de la cara, los labios y los masticadores, pero eso lo cansa mucho”. “Todos los días hay una mejoría, los médicos están muy conformes y nosotros estamos contentos”, dijo Cozzo a la prensa.

Rivas recibió ayer, además de la visita de su padre, Juan, la del dirigente del partido socialista Oscar González y su amigo Ariel Basteiro, representante del Estado en la empresa Aerolíneas Argentinas.

El funcionario nacional fue atacado cuando se retiraba de una parrilla llamada La Picasa, de Temperley, donde había comido con tres amigos del partido. Cerca de la una, se despidió y se detuvo en una farmacia de Lomas de Zamora para comprar medicamentos. Aparentemente uno de los dos individuos que pretendió asaltarlo lo golpeó con “una manopla o con una llave metida en un puño” que le provocó la fractura en uno de los huesos de la cara.

González aseguró que la investigación “está muy bien encaminada” y confió “que en breve tiempo se esclarecerá el hecho”. Para él se trató de “un clásico asalto al voleo que no tiene ninguna connotación política”.