–¿Qué pasará este año con las tarifas de los servicios públicos?

–Se cumplirán taxativamente los convenios que firmamos en 2005 en las renegociaciones de contratos.

–Para las distribuidoras eléctricas está prevista una revisión integral del cuadro tarifario que alcanza a los usuarios residenciales.

–Eso se postergó por la lucha que está dando el Presidente contra la inflación. Acordamos con las empresas que vamos a esperar el momento adecuado para empezar a hablar. No queremos instalar una discusión de cuadro tarifario cuando el Presidente está llevando adelante una pelea frontal contra la inflación. De hecho, en el caso de los peajes postergamos por seis meses las subas en transporte de carga.

–Cuando empezó el actual gobierno, hubo una presión muy fuerte de aumento de tarifas. En el último tiempo ese reclamo decayó. ¿A qué lo atribuye?

–Sé que se enojarán con la respuesta, pero basta con ver los balances. Al principio, la gestión era joven, era nueva, y entonces cada sector pujaba de la forma que mejor y más podía para lograr una ventaja desde el punto de vista de la rentabilidad. El Gobierno se mantuvo impasible y hoy logramos acordar prácticamente todos los contratos.

–Las empresas dicen, que mientras no haya subas, se resienten las inversiones.

–Tampoco hay excusa porque está el cargo tarifario para desarrollar infraestructura. El año pasado hicimos obras por 500 millones de dólares. Ahora, el próximo martes anunciamos trabajos por casi 1000 millones de dólares en transporte de gas natural y electricidad. Todo está hecho con fideicomisos y con financiamiento privado.

–¿Está en estudio la estatización de Aerolíneas Argentinas o de una parte de YPF?

–No, en absoluto. Aerolíneas Argentinas es una empresa privada con participación estatal y nosotros trabajamos en defensa de ese porcentaje. Pero es propiedad privada. En el caso de Repsol, la empresa compró el paquete accionario de YPF y nuestra obligación es requerirle los resultados previstos en producción de gas y petróleo. No hay ninguna voluntad de comprar el capital accionario de Aerolíneas ni el de Repsol. Sí, de hacer cumplir acabada y firmemente los contratos de concesión de yacimientos.

–¿El Estado puede llegar a aportar capital a Aerolíneas?

–No, para nada.