“La vieja corporación política hoy está excitada porque ha encontrado un nuevo mascarón de proa”, dijo Elisa Carrió para unir en una sola frase la trilogía que conforman Roberto Lavagna, Raúl Alfonsín y Eduardo Duhalde. La líder del ARI fue la dirigente opositora que más fuerte salió ayer al cruce de la candidatura presidencial del ex ministro de Economía de Kirchner, que impulsan el ex presidente radical y los duhaldistas bonaerenses que defendieron a su jefe hasta la derrota en su propio territorio y se negaron a encolumnarse con el kirchnerismo. Lilita insistió en que la irrupción de Lavagna en el escenario político desvirtuaría la disputa electoral de 2007. Carrió auguró tiempos en “los que asistiremos a una batalla paródica o artificial”, entre el kirchnerismo y los sectores que apoyan al ex ministro. “Lavagna forma parte de esa vieja corporación política, fue secretario de Control de precios en los ’70 y secretario de Industria de Alfonsín”, recordó la diputada del ARI y advirtió que “uno no tiene que comprarse que este país va a ser distinto porque gane Lavagna, o porque gane Néstor Kirchner”. Carrió también volvió a cargar contra sus ex correligionarios. “Es un retroceso muy grande que el radicalismo termine siendo funcional a esa división del peronismo”, dijo Carrió, para afirmar que mantiene un “juicio crítico con todos aquellos que ven en Lavagna una tabla de salvación para el radicalismo”. Sin embargo, Lilita evaluó que la aparición de Lavagna “ahora” es “una ventaja”. El adelantamiento de la candidatura de Carrió “nos exponía a una larga confrontación con el oficialismo, que ahora se diluye con Lavagna”, aseguraron a

Página/12 en el ARI.