En una decisión sorpresiva que escalará aún más el conflicto por las papeleras, el gobierno uruguayo impuso aranceles extraordinarios –de un promedio del 18 por ciento– a la importación de productos argentinos provenientes de provincias con promoción industrial. Los aranceles también afectarán los productos que tengan retenciones de más del 10 por ciento o que ocupen más del 30 por ciento del mercado uruguayo. La medida afectará al 6 por ciento de las exportaciones argentinas a Montevideo, según informó ayer la consultora privada Abeceb. Las provincias con regímenes de promoción industrial son San Luis, La Rioja, San Juan y Catamarca. Salvo San Juan, las otras tres provincias tienen un flujo importante de exportaciones con destino uruguayo. Anoche, el canciller Jorge Taiana y el subsecretario de Integración, Eduardo Sigal, se encontraban reunidos para analizar los alcances de la medida.

El gobierno de Tabaré Vázquez tomó la decisión a través de un decreto presidencial. Como justificación, Montevideo mencionó el incumplimiento de compromisos internos del bloque regional. “Si bien el libre comercio ha sido consagrado en el Mercosur, existen otros compromisos asumidos en ese ámbito respecto de los cuales no se han registrado avances significativos”, dijo.

Según los argumentos uruguayos, la aplicación de las zonas de promoción industrial y la política de retención a las exportaciones “distorsionan el comercio bilateral y con terceros países, impidiendo la constitución del mercado ampliado y colocando a los productos nacionales en una posición desventajosa para competir”.

Los aranceles afectarán sobre todo a Catamarca, que exporta bombones, caramelos y confites; San Luis, que produce pañales, papel higiénico y chocolate que se venden en Uruguay, y La Rioja, cuyas bolsas plásticas se comercializan en la mayoría de los comercios de Montevideo.