“Simulamos los pasos cortos de los esclavos encadenados, lo que nos remite a la época colonial”, explicó Jorge Rial, integrante junto a su pequeña nieta de una de las comparsas de candombe que se reunieron ayer en San Telmo. En momentos en que las papeleras parecen alejar las dos orillas del Río de La Plata, argentinos y uruguayos bailaron al compás de los tambores en un ritual que se repite desde el 2000. Para ir sumando vecinos al baile, los candomberos llamaban a su paso con el colorido de sus trajes paseando por Defensa, desde Chile hasta la avenida Independencia.