“Cuando el presidente (Néstor Kirchner) dijo que no dejaba sus convicciones en la puerta de la Casa de Gobierno y que no iba a haber pactos de impunidad con nadie, comprendía a todos, también a la señora de Perón”, afirmó ayer el ministro del Interior, Aníbal Fernández, sobre la situación de la ex presidenta, en sintonía con la postura tomada por el presidente Néstor Kirchner. Agregó luego sobre la inexistencia de los pactos que “cualquiera de las salidas que se tenga que prever en términos de ordenamiento hacia futuro, pacificación o respuestas contundentes para que el pueblo confíe en sus instituciones, tenía que salir con esa garantía”. Al finalizar destacó que “hay pruebas de determinadas acciones y la citan para determinadas cosas, por lo que deberá comparecer, porque así tiene que ser, porque no hay nada que indique que tenga que ser de otra manera”. Una vez entrada la noche, ya conocida la detención y posterior liberación condicional de “Isabel”, la mayoría de los funcionarios del Gobierno mostraban satisfacción y destacaban que ningún dirigente del PJ había salido en su defensa. Kirchner había declarado que “si los jueces entienden que hubo terrorismo de Estado desde antes del golpe militar de 1976, sus responsables también deberían ser juzgados”, y que el Gobierno quería “reconciliación, pero con verdad y sin impunidad para nadie”.