Como si no fuera suficiente con el robo del Quinquela, Cristian Breitenstein volvió a estar en el centro de escena en las últimas horas. Esta vez fue por sus propias declaraciones. “Un menor con armas y drogas no es una personas a ser formada, es un delincuente”, lanzó por LU2 Radio Bahía Blanca. Hablaba de los niveles de inseguridad de la ciudad. El razonamiento del intendente, casi a imagen y semejanza del que ofrece el falso ingeniero Juan Carlos Blumberg, lo completó de la siguiente manera. “En los países nórdicos la edad de imputabilidad surge a partir de los 11, 12 o 14 años (...), el regreso al núcleo familiar en muchos casos lleva al menor nuevamente a la delincuencia y genera o repite las mismas circunstancias”. Y hay más: “Las zonas liberadas no son territoriales, sino por edad. Hoy un menor de 18 años hace lo que quiere. En Finlandia, Suecia y Dinamarca cuentan con una ley que juzga a chicos de 11, 12 y 13 años. Eso no significa que vayan a la cárcel, pero hay que buscar un tratamiento que no les permita volver a la calle, porque para ellos eso es un premio”. En pocas horas, Breitenstein recibió un repudio generalizado de las fuerzas políticas locales. Pero el intendente redobló la apuesta asegurando que no se arrepentía de sus declaraciones. “Hay veces que poner blanco sobre negro ayuda a que las cosas se vean más claras. Vivimos en una realidad sesgada por pseudoideologías.”