Los voceros de los dos centros operativos coincidieron ayer en su diagnóstico. “El problema es que día a día aparece fuego nuevo”, reconoció el director de Defensa Civil de Entre Ríos, Roberto Destri, apostado en el frente Zárate-Campana. Su colega en Baradero-San Pedro, el secretario de Gobierno de la primera ciudad, Juan Almada, comentó que “es tan grande la sequía que los pastizales con una mínima chispa arden, acá hay hasta tres metros de altura en las columnas de humo”. El viento ha reavivado algunos focos y el fuego se extendió hasta los campos de chilcas, esteros improductivos donde prevalece el pajonal de rápida combustión. La Justicia detuvo a otras personas por iniciar los incendios.

“Hasta el momento, en Villa Paranacito hay 25 focos en cercanías del tejido municipal, que pueden verse desde la ruta nacional 12, de acceso a la localidad, y cuatro más en Ibicuy”, enumeró Destri. Ayer llegaron a esa zona del delta entrerriano ambulancias, un helicóptero y medicamentos para asistir a los habitantes afectados por el permanente humo que respiran.

Además de los brigadistas de Entre Ríos y el personal del Plan Nacional de Manejo del Fuego, hay particulares y dueños de los campos afectados trabajando con sus peones para controlar el fuego, aseguró Destri.

“Había múltiples focos en isla Talavera que ya estaban casi controlados, pero el cambio del viento reavivó los focos”, informó Fernando de Ferraris, del Consejo de Emergencia bonaerense. “El incendio, por las características del lugar y las condiciones climáticas, es muy cambiante”, agregó el funcionario. La densa niebla obstaculizó los operativos aéreos. Por el momento, se pelea por tierra y a fuerza de machetes. “Estamos tapados por el humo y prácticamente no podemos salir a combatir el fuego”, admitió el director de Defensa Civil entrerriano.

Este funcionario, que supervisa las tareas de los brigadistas, explicó que un leve viento del sur hizo que el humo se dirigiera hacia Villa Paranacito, Ibicuy, Médanos y otras localidades de los departamentos Islas y Gualeguaychú. Pese a este inconveniente, aseguró que los incendios “están controlados” en el sur y en el Delta entrerrianos y reclamó un helicóptero y un avión estable en la zona de Ibicuy para apagar el fuego.

El humo continuó obstaculizando el tránsito ayer, tanto en la zona de incendios como en la Capital Federal, donde la terminal de Retiro suspendió la salida de micros durante la mañana. Ernesto Arriaga, vocero de la Dirección Nacional de Vialidad recomendó a los automovilistas “no viajar a las zonas afectadas por el humo hasta que levante el sol y disipe la neblina por efecto del calentamiento”. El Servicio Meteorológico prevé que hoy, por la madrugada, el viento moverá el humo hacia Buenos Aires.

Desde el centro de operaciones de Baradero-San Pedro, ayer el pronóstico era desolador. Se sumaron más focos de fuego y de grandes dimensiones en el área de islas de ambos partidos. “Aquí no hay aviones hidrantes ni helicópteros”, se quejó Juan Almada, secretario de Gobierno de San Pedro.

Los principales incendios se desataron en islas de la provincia de Entre Ríos, adonde los bomberos bonaerenses no llegan porque no les corresponde por jurisdicción, “excepto que lo disponga la Nación”, cosa que hasta ahora no ha hecho, estimó Almada.

“Vemos que no existen los medios suficientes para combatir algo que ya es incontrolable”, continuó el funcionario, quien aclaró que cuentan con un helicóptero y los demás, que están en Zárate, pertenecen al Ejército y están solamente para trasladar a brigadistas. “El desastre al ecosistema ya está y es irreversible, lamentablemente”, profetizó Almada y

señaló que la televisión transmite en directo las acciones que se realizan en Zárate, donde se ven más medios de combate, “que no existen en San Pedro”.

Las declaraciones de Almada incentivaron a los pobladores de San Pedro que montaron el “operativo voluntad” en la zona de Vuelta del Sur. El objetivo era volcar agua del río en la costa mediante la barcaza “Juan Antonio”, cuyo sistema de cañerías permite derramar un millón de litros por hora. Luego realizaron canaletas para que el caudal se orientara a la zona de focos de incendio. Fue un éxito, ya que lograron extinguir varios focos de fuego. Hoy se repetirá el procedimiento con cuatro o cinco barcazas, cedidas por las empresas areneras del lugar.