La Fuerza Aérea de Brasil suspendió ayer la búsqueda del sacerdote católico Aderli de Carli, de 41 años, que continúa desaparecido desde el domingo, cuando se dispuso a volar 20 kilómetros atado a un millar de globos de colores inflados con helio. Sin embargo, la búsqueda del religioso sigue con embarcaciones y un helicóptero de la marina y un avión fletado por los parientes del sacerdote perdido frente a las costas del sur del Brasil.