El fiscal de Vicente López, Alejandro Guevara, pidió ayer la elevación a juicio del caso del asesinato de Solange Grabenheimer, con su amiga Lucila Frend como imputada de homicidio doblemente calificado. Ahora, el juez de Garantías, Orlando Díaz, debe resolver si tiene sustento el pedido del fiscal. Lo que terminó de decidir a Guevara fueron dos informes realizados por el médico legista Luis Kvitko y el criminalista Raúl Torre que son lapidarios para Frend. Kvitko concluye que a Solange la mataron a la una de la mañana, es decir en un horario en el que la única que estaba en la vivienda que ambas chicas compartían era Lucila Frend. Por su parte, Torre describe cómo fueron los hechos: el o la asesina tomó a Solange desde atrás cuando estaba durmiendo, trató primero de cortarle el cuello en un sentido horizontal, pero finalmente recurrió a clavarle cuatro veces el cuchillo en el cuello, lo que produjo la muerte. Torre aporta dos elementos fundamentales. El primero, que las heridas fueron producidas por una persona zurda, por el sentido de los cortes y puñaladas. Lucila, aparentemente, es zurda. Segundo: por la debilidad de los cortes, todo indica que quien mató a Solange es mujer.

Solange y Lucila convivían en un pent-house de Florida cuando el 10 de enero de 2007 se desencadenaron los hechos. Lucila argumenta que se fue a trabajar a las siete de la mañana y que con el correr del día se dio cuenta de que algo pasaba porque Sol no le contestaba los mensajes de texto. Por la noche concurrió a una fiesta en la que se encontraba el novio de Solange. Lucila le pidió entonces al muchacho que la acompañe al PH y el joven, que ingresó primero, fue quien encontró a Solange asesinada en la cama. La madre de Sol, Patricia Lamblot, siempre sospechó de Lucila y por ello contrató a dos peritos conocidos, Kvitko y Torre, para que respondan con un informe a los interrogantes del fiscal Guevara.

Kvitko es jefe de la cátedra de Medicina Legal de la Universidad de Buenos Aires. En su dictamen, al que tuvo acceso Página/12, se señala que Solange fue asesinada alrededor de la una de la madrugada. “El cadáver se hallaba con rigidez cadavérica irreductible instalada completamente y livideces fijas, por lo que la data de muerte era, al momento del examen practicado por el médico de policía, Eugenio Aranda, de alrededor de 24 horas. O sea que su muerte se había producido alrededor de la 1.00 del día 10 de enero.” El dato compromete a Lucila porque a esa hora sólo ella y Solange estaban en la casa.

El dictamen de Torre es muy minucioso. Describe que a Solange la agarraron de atrás, casi seguro mientras dormía, y le agarraron la cabeza tapándole la boca. Eso se ve por las marcas que quedaron. Luego, la agresión continuó con cortes horizontales en el cuello con la intención de matar a Solange, pero como ésta se siguió resistiendo, el asesinato se concretó con cuatro puñaladas, también en el cuello. De acuerdo con el informe de Torre, los cortes y puñaladas fueron perpetrados de derecha a izquierda y, teniendo en cuenta que el homicida estaba detrás, lo más probable es que se haya tratado de una persona zurda. Torre también analizó con detenimiento el rastro de los cortes horizontales. Se trata de heridas muy poco profundas, por lo cual sólo existirían dos alternativas: que el cuchillo no fuera filoso o, más probablemente, que el homicida tuviera poca fuerza. Esta última variante sugiere una asesina.

Por último, Torre traza un perfil de quien mató a Solange. Habla de una persona con características psicopáticas, que no planeó el hecho, que podría haberse hallado bajo los efectos de alguna droga y que cometió el asesinato con un componente pasional o sexual. Como es obvio, la hipótesis es que Lucila y Solange mantenían alguna relación sentimental y todo se desató por un ataque de celos.

El abogado de Lucila Frend, Sergio Pizarro Posse, se extrañó por el pedido del fiscal. “No se entiende sobre qué pruebas se basa para formular esta acusación, cuando todas las últimas medidas impulsadas por la fiscalía para acusar a Luli se fueron cayendo. Desde hace ocho meses, el fiscal tiene la idea de acusar a Lucila.” El letrado aún no había leído los informes de Kvitko y Torre, que ahora están incorporados al expediente. El próximo paso es que el juez Orlando Díaz le pedirá opinión a la defensa y luego decidirá si eleva la causa a juicio oral o no.