Un hombre de 43 años, oriundo de la localidad santafesina de Amenábar, fue condenado a tres años de prisión condicional por el asalto a mano armada a una casa y se le impuso una restricción por el mismo plazo para residir en el pueblo donde cometió el delito, en el que también vive su familia. La jueza de la localidad de Rufino, Lorena Garini, ordenó que Carlos Alberto Fernández sólo podrá visitar a su madre y a su hermano en el pueblo tres días al mes, y que deberá informar a la policía el tiempo de su estadía, el lugar en el que permanecerá y su concurrencia a la subcomisaría local cada seis horas. Además, la Justicia lo obligó a comprar una notebook a la víctima del robo y una memoria de 32 GB destinada al Ministerio Público de la Acusación (MPA) de Santa Fe.