El chofer de un camión cargado de arena perdió el control del vehículo –por causas que se investigan– y provocó una tragedia al embestir a dos automóviles, uno de los cuales se incendió. Como consecuencia del accidente murieron cinco personas, cuatro de ellas al quedar atrapadas en el fuego. La quinta víctima fatal fue aplastada por la carga que llevaba el camión. Un niño y una mujer tuvieron que ser rescatados por los bomberos porque habían quedado apresados dentro del auto que resultó sepultado bajo la arena. Estas dos personas fueron internadas en grave estado en el Hospital Argerich. El accidente ocurrió en la avenida Ingeniero Huergo al 300, en la zona de Puerto Madero, a pocos metros de la Casa de Gobierno.

El episodio se produjo cerca de las 9 de la mañana de ayer, cuando el camión, que se dirigía al barrio de la Boca, se cruzó de carril y chocó de frente con un Renault 19 que se incendió después del impacto. El vehículo de carga siguió su camino sin control hasta que el acoplado volcó y aplastó a un remise Fiat Duna, con cuatro personas a bordo, que iba en dirección a la terminal de ómnibus de Retiro.

Los cuatro ocupantes del Renault 19 murieron, tres de ellos en el acto y carbonizados, ya que no pudieron salir del vehículo, que se incendió. El cuarto ocupante sobrevivió por unos minutos, pero falleció cuando era trasladado al Hospital del Quemado “con el 90 por ciento de quemaduras” en el cuerpo, informó el director del SAME, Alberto Crescenti. La quinta víctima fatal fue el conductor del remise, que fue aplastado por la carga de arena que llevaba el camión. Mientras tanto, dos mujeres y un nene de dos años tuvieron que ser rescatados por los bomberos y por personal de la comisaría 22ª. Una de las heridas, Blanca Giménez, de 30 años, sufrió un paro respiratorio por haber permanecido varios minutos bajo la carga de arena. La mujer seguía ayer internada, en gravísimo estado, en el Hospital Argerich, con posibles consecuencias neurológicas.

Su hermana, de 23 años, sufrió fractura de cadera y politraumatismos, mientras su pequeño hijo tuvo lesiones leves en la cabeza y seguía internado, en observación, en el mismo centro de salud. El esposo de una de las mujeres heridas relató que la familia, que vive en Avellaneda, iba hacia la estación de ómnibus de Retiro para esperar a una pariente que regresaba de un viaje al Paraguay.

“Mi señora se tiró encima del nene. No tiene nada más que un magullón. A los dos los tapó la arena y ella empezó a gritar”, informó el hombre a los periodistas. Hasta anoche no se habían dado a conocer los nombres de las víctimas fatales del accidente. Se dijo que las cuatro personas que iban en el Renault 19 “no pudieron ser identificadas” por el estado en el que se hallaban los cuerpos.

Llamó la atención que, poco después de la tragedia, en el mismo lugar del hecho se iniciaran trabajos de reparación de una boca de tormenta. Los obreros dijeron que la tarea había sido ordenada hacía una semana. No pudo establecerse ninguna relación entre el camión involucrado en el hecho y los trabajos de reparación. Poco después, en la página web del Gobierno de la Ciudad se dijo que el Renault 19 donde iban cuatro de los muertos tenía varias multas labradas por violación de luz roja y por exceso de velocidad. Lo que no se dijo es qué relación tiene eso con el hecho, habida cuenta de que el accidente se habría producido por falla técnica o humana del camión o de su chofer.