A pocas horas de la muerte de Matías, Juan Carlos Blumberg ya estaba acompañando a la familia Bragagnolo. Estuvo con el padre, Marcelo, en la comisaría, y más tarde junto a los demás familiares y amigos en el entierro del chico, en un cementerio privado de Pilar. En ese periplo, el ingeniero se definió como “allegado” a la familia y aprovechó la presencia de los medios para desatar su andanada de reclamos de mano dura: dijo que los supuestos atacantes del adolescente “son potenciales asesinos”, criticó el trabajo de la policía en el hecho y reflotó sus proyectos para bajar la edad de imputabilidad.

“Cuando acompañé a Bragagnolo a la comisaría 53ª y el comisario nos dijo ‘miren que no son malos chicos, son de buena familia, los tenemos en una habitación donde hay unos escritorios porque no son malos’, yo le respondí que éstos son potenciales asesinos, que mataron a un chico de 16 años, no son chicos comunes”, sentenció Blumberg. “El comisario me respondió que, tras la detención, los primeros en llegar fueron abogados de un chico de 15 años. Si yo tengo un problema con un hijo, lo primero que hago es ir yo a la comisaría a ver qué pasó, no mando un abogado, esto quiere decir que estos chicos habrán hecho alguna cosa antes.”

Blumberg también se quejó de la actuación policial en el caso: “Nosotros hemos trabajado durante la noche y tenemos que cuatro de los liberados tienen antecedentes, ¿cómo los liberaron? ¿Cómo yo tengo esos datos y ellos no?”, se preguntó.

En cuanto a su cruzada por la baja en la edad de imputabilidad, para que los menores de edad sean juzgados como adultos, indicó que “más de 5.545.000 personas firmaron petitorios para que se baje la imputabilidad de los menores, pero los legisladores se preocupan por las elecciones y los proyectos se cajonean”. “Uno habla de este tema y parece que habla del demonio”, comparó.