El director general de Cultura y Educación, Mario Oporto, y el ministro de Jefatura de Gabinete y Gobierno, Alberto Pérez, recibirán a los representantes de los maestros desde las 18.30 en la sede educativa.

En el encuentro intentarán lograr un acuerdo con los docentes que el jueves pasado cumplieron la segunda huelga del año en escuelas estatales y la mayoría de las privadas, al rechazar el 7 por ciento de aumento propuesto por las autoridades.

Los gremios, que reclaman un incremento del 20 por ciento, ya advirtieron que realizarán un nuevo paro de dos días, desde el miércoles de la semana venidera, si no reciben una respuesta positiva del gobierno de Daniel Scioli.

El plan de lucha sindical cuenta con el aval de los restantes integrantes del Frente Gremial, que son la FEB, los profesores de UDA, los técnicos de AMET y los privados de SADOP.

Oporto anunció ayer la reunión del lunes con los secretarios generales de los distintos gremios y sostuvo que la administración provincial pensó en diversas "alternativas para llegar a un acuerdo" con los docentes.

"No nos es fácil, llegamos a lo máximo que podíamos pero cuando uno encuentra un obstáculo lo mejor es volver hacia atrás, empezar a construir el camino y eso es lo que estamos haciendo", expresó.

El funcionario bonaerense explicó que no se trata de "una reunión paritaria pero sí formal donde nosotros queremos retomar el diálogo".

"Nuestra idea es reconstruir un espacio donde podamos pensar juntos el futuro, con las necesidades de los docentes, las posibilidades de la provincia y con buena voluntad de todos; porque el silencio es lo peor en estos casos", destacó.

Oporto insistió que "tenemos que solucionar el tema porque los conflicto no se pueden extender infinitamente; acá todos tenemos que pensar en el bien común, no podemos estar pensando en una puja entre gobierno y sindicato".

Ambas partes, reiteró, "tenemos la obligación de ser responsables y llegar a un acuerdo porque es muy malo para la sociedad y un feo espectáculo que el escenario esté ocupado con un debate entre nosotros mientras los chicos no tienen clases".

Convencido de que "sería terrible, muy malo" que los alumnos de las escuelas bonaerenses volvieran a quedarse sin clases, Oporto señaló que hay que ponerle fin a esta "pulseada" entre autoridades y sindicalistas.

"A mí lo que me preocupa es que para los chicos se naturalice esto de que mañana no hay clases, que los docentes paran, que el Gobierno no les paga a los docentes", destacó.