"Siento la satisfacción republicana de saber que la justicia ha tomado las decisiones que tenía que tomar", expresó el ministro en declaraciones a Radio 10.

Fernández señaló que "soportó escuchar los alegatos" de Bussi durante el desarrollo del juicio que culminó ayer, y consideró las expresiones del represor como "de una dureza y una posición terrible".

"Llamarse dueño del poder absoluto, de la suma del poder público, de decidir por la vida o la muerte de cualquiera, mostraba la impunidad de un personaje que culminaba como terminó", indicó el funcionario.

En relación a los juicios, el ministro señaló que "hay dos maneras de ver la cosa: una visión que creyó que olvidándonos de todo se resolvía y subyacía un montón de situaciones personales y grupales de bronca y dolor que daban por no resuelta las cosas entre los argentinos".

"La segunda parte comienza el 25 de mayo de 2003 cuando Néstor Kirchner dice que no deja las convicciones en la puerta de la Casa de Gobierno y empieza a trabajar", recordó sobre el inicio de la gestión del ex presidente. En ese sentido, enumeró las decisiones adoptadas por Kirchner como "el decreto que se modifica del ex presidente (Fernando) De la Rúa de impedir la extradición de quienes estuvieran comprendidos en los crímenes, la posibilidad de que estos juicios se realicen en Argentina, la modificación de la legislación y la anulación de las leyes de obediencia debida y punto final".

Agregó, sobre todo, la decisión del gobierno de hacer "el llamado a aplicar la justicia en todos sus sentidos, y no venganza, sino justicia".