Viernes, 29 de agosto de 2008 | Hoy
La familia del senador desaparecido Guillermo Vargas Aignasse elogió hoy el valor de la sentencia que ayer condenó a los represores Antonio Bussi y Luciano Benjamín Menéndez a prisión perpetua. El presidente del tribunal manejó el debate de la mejor manera, garantizando el debido proceso y el principio de contradicción, de acuerdo con lo que prevé la Constitución", afirmó el diputado nacional Gerónimo Vargas Aignasse, hijo de la víctima de la última dictadura militar.
"Estamos satisfechos por el fallo. Es lo que habíamos buscado. El presidente del tribunal (Gabriel Casas) manejó el debate de la mejor manera, garantizando el debido proceso y el principio de contradicción, de acuerdo con lo que prevé la Constitución", afirmó el diputado nacional Gerónimo Vargas Aignasse, hijo de la víctima de la última dictadura militar.
Además, el legislador recalcó que "después de 32 años, hemos logrado que en Tucumán se acabe la impunidad para los dictadores que han cometido los peores delitos de la historia argentina". No obstante, lamentó que el Tribunal Oral en lo Criminal Federal haya postergado para cuando la sentencia esté firme la
determinación de la modalidad en que deberá cumplirse la pena impuesta teniendo en cuenta la edad y la salud de los imputados (Bussi tiene 82 años y Menéndez, 81 años).
El jueves serán leídos los fundamentos de la sentencia y, entonces, las partes (el fiscal Alfredo Terraf; Amalina Aassaf, por Bussi, y Horacio Guerineau, por Menéndez) dispondrán de 10 días hábiles para plantear recursos de casación.
"Bussi es un hombre mayor, con una salud precaria. Pretendemos que cumpla la condena donde su salud se lo permita sin que ello implique que goce de privilegios, que no goza ningún otro condenado en la Argentina", dijo Vargas Aignasse.
Por su parte, el ministro de Justicia, Aníbal Fernández, aseveró: "Siento la satisfacción republicana de saber que la Justicia funcionó", tras lo cual añadió que, a partir de 2003, "hubo una nueva manera de ver los delitos de lesa humanidad" en el país, lo que corrobora que "Néstor Kirchner no dejó las
convicciones en las puertas de la Casa de Gobierno". Tras insistir en que el Gobierno nacional "busca que haya justicia, no venganza", resaltó que lo que ha cambiado en este tema de las violaciones a los derechos humanos "es que antes se creía que olvidando las cosas se solucionaban".
A su vez, el gobernador tucumano, José Alperovich, recalcó que "la condena impuesta es una forma de avanzar en el castigo de los responsables (de las violaciones a los derechos humanos), para, de ahora en más, construir un país en armonía". "Durante 30 años no se habían cerrado las heridas en la Argentina. Estas no se cierran por medio de leyes o decretos, sino con estos juicios, como el de Tucumán, en el que Bussi tuvo la posibilidad de ser juzgado. En cambio, muchos otros (represores) han muerto sin ser juzgados. Hay que creer en los jueces de la democracia", manifestó el mandatario.
Asimismo, el secretario de Derechos Humanos de la provincia, Daniel Posse, resaltó que "es un fallo histórico, aunque lo ideal hubiera sido que se haya resuelto todo y que no haya habido diferimiento sobre el lugar de detención, porque diferir siempre significa prolongar un tema".
Sin embargo, admitió que esa objeción "no le quita mérito al fallo más importante de la historia de la Justicia tucumana en materia penal, porque los acusados fueron dueños de la vida y hacienda de Tucumán, en el caso de Bussi, y de 10 provincias, en el de Menéndez".
Como consecuencia del diferimiento dispuesto, Bussi continuará gozando del beneficio de la detención domiciliaria en un country de Yerba Buena, municipio ubicado a 10 kilómetros de la capital tucumana, mientras que Menéndez continuará alojado en los ex Arsenales Miguel de Azcuénaga.
No obstante, después de escuchar los fundamentos de la sentencia, Menéndez regresará a Córdoba, lo que está previsto para el próximo jueves, donde también fue condenado a reclusión perpetua, pero allí el Tribunal Oral en lo Criminal Federal Nº 1 de esa provincia dispuso su alojamiento en la cárcel de Bouwer.
Como sucedió durante todo el desarrollo del juicio oral, Bussi pasó la noche en el country, acompañado por familiares y controlado -por sus problemas cardíacos- por médicos del Sistema Provincial de Salud (Siprosa), encargados de examinarlo diariamente, como hicieron durante las audiencias.
El ex gobernador (1995-1999), al igual que Menéndez, fue trasladado en un camión celular del Sistema Penitenciario Federal y en la casa lo esperaban sus hijos, los legisladores provinciales Ricardo y Luis José, además de otros familiares.
"Anoche estaba confundido y cansado por todo el ajetreo al que fue sometido. El sigue creyendo en la Justicia y que la sentencia puede ser revisada en casación, ya que no hay prueba que incrimine a mi padre", explicó a Télam Luis José Bussi.
El legislador de Fuerza Republicana elogió "el desempeño estrictamente técnico de la defensora oficial (Assaf) y ahora espera escuchar los fundamentos de las sentencia para formular sus objeciones por medio de un recurso de casación".
Menéndez tiene una larga vinculación con Tucumán, porque entre 1970 y 1973 ejerció importantes cargos en la V Brigada de Infantería, entonces con asiento en Tucumán, y entre 1975 y 1979 encabezó el III Cuerpo de Ejército, del que dependía la unidad local, a la que solía visitar con frecuencia durante la dictadura. Bussi encabezó la V Brigada de Infantería entre diciembre de
1975 y 1977, período durante el que desapareció Vargas Aignasse, y a partir del golpe de Estado ejerció la intervención militar de la provincia, período durante el cual desaparecieron o fueron asesinadas centenares de personas.
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