Domingo, 10 de julio de 2011 | Hoy
01:54 › ELECCIONES PORTEñAS
Poco después de las diez de la noche, Mauricio Macri subió al escenario de su búnker y reconoció que estaba "a punto de explotar" de gratitud. Con un discurso conciliador advirtió que "voy a seguir tocando el timbre de los vecinos" y que la "libertad de la Ciudad no se negocia". El festejo fue al estilo del PRO, con música, baile y globos.
Macri reconoció las diferencias con sus adversarios políticos como "una oportunidad", y repitió en varias ocasiones la consigna de su campaña "Juntos venimos bien". Sin ninguna alusión a su futuro contrincante en la segunda vuelta, instó a trabajar "por la unidad nacional" y, a pesar de que su partido no cuenta con ningún candidato presidencial para las elecciones de octubre, reivindicó la figura de su primer candidato a diputado nacional, el actual legislador Federico Pinedo.
"No saben lo feliz que estoy de que hayan vuelto a confiar en mí. Creo que todos queremos seguir juntos. No saben lo feliz que estoy que hayan vuelto a confiar en mi y la relación que hemos construido", aseguró en su comando electoral de Costa Salguero.
En una conferencia de prensa posterior, acompañado por su compañera de fórmula, María Eugenia Vidal, Macri respondió que "siempre pensé que habría segunda vuelta". "Estamos listos y me da mucha tranquilidad el apoyo recibido hoy", agregó.
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