Según los sondeos del movimiento oficialista, el 71 por ciento de quienes votaron ayer lo hicieron a favor de la Carta Magna, mientras que un 29 por ciento lo habrían hecho en contra. Mientras que en la primera jornada de la consulta, celebrada hace una semana, habrían sufragado a favor de la Constitución un 56 por ciento de los electores.

En las 17 provincias en las que se votó hay plazas fuertes de los partidos religiosos que apoyaron a Mursi para llegar al poder y en donde los ciudadanos esperan que un papel reforzado de la sharia (ley islámica), como propone la nueva Constitución, les traiga estabilidad.

Los resultados oficiales no se darán a conocer hasta mañana lunes. Según los datos preliminares en los dos días de votación solamente votaron en contra de la Constitución tres provincias, El Cairo y dos del Delta del Nilo.

Frente a los sondeos no oficiales, el Frente de Salvación Nacional, principal alianza opositora egipcia, anunció que recurrirá los resultados, alegando que hubo fraude e irregularidades.

Sin embargo, el Frente aseguró que se presentará a las elecciones legislativas que se convocarán dos meses después de que la Constitución sea aprobada oficialmente. "Estamos dispuestos a librar todas las batallas de la democracia", afirmó uno de los líderes de la alianza, Hamdeen Sabahy.

Mursi saludó los resultados de la consulta popular y llamó a la oposición a "respetar la voluntad del pueblo". "Ahora hay una gran oportunidad para llegar a un acuerdo con la oposición", apuntó en declaraciones a Al Yazira un alto cargo de los Hermanos Musulmanes, Essam al Erian.

Los observadores y los medios denunciaron de nuevo presiones y amenazas de los islamistas en muchos centros de votación. Además, se habría impedido votar en algunas zonas a los liberales, izquierdistas y los cristianos.