Estuvo muy cerca de otra hazaña, pero no alcanzó. Esta vez, no pudo ser. Con un hombre menos, en la altura, San Lorenzo logró empatarle 1-1 a la Liga Deportiva Universitaria de Quito tras ir en desventaja y obligó a la definición por penales, pero un remate que Cevallos le contuvo al paraguayo Aureliano Torres ahogó el sueño de la conquista de la Copa Libertadores tan postergado. De esta manera, Boca es el único equipo argentino que continúa en la Copa.

Fueron dos tiempos muy distintos. San Lorenzo salió a jugar el partido con la determinación de esperar en su campo, para luego salir rápido de contraataque y sorprender a la ordenada defensa de los ecuatorianos. Esa elección hizo que rápidamente, cuando se jugaban cuatro minutos, los visitantes tuvieran su primera chance para ponerse en ventaja: en una falla defensiva local, Romeo cabeceó la pelota y rebotó en el travesaño. La acción se había iniciado con un saque largo del arquero Orion.

Después de esa jugada, los locales lentamente comenzaron a dominar la pelota en la mitad de la cancha, y buscaban por los laterales con Guerrón por la derecha y Ambrossi por la izquierda. El primero que remató al arco fue el argentino Damián Manso, que llegó por el sector izquierdo y remató por arriba. Un minuto más tarde, Vera le dio desde afuera del área y la pelota se fue al lado del palo.

El conjunto visitante comenzó a exhibir problemas en defensa y había desacoples entre los marcadores centrales. Como la pelota transitaba casi siempre más cerca del área de Orion, San Lorenzo recién volvió a aproximarse con una acción detenida. Y el tiro libre de González fue interceptado por Bergessio abajo del arco, pero no tuvo la dirección correcta.

La insistencia del local encontró respuesta a los 26 minutos, cuando Manso remató desde afuera del área y sorprendió a Orion para marcar el primer gol. La pelota tomó un efecto extraño, y si bien el arquero llegó a tocarla, no pudo impedir el tanto. La misma fórmula probó D’Alessandro enseguida, pero su tiro de zurda se fue cerca de arco.

El partido sufrió un cambio inesperado a los 30 minutos, cuando el árbitro mexicano expulsó a Juan Torres por falta sobre Vera. La resolución del juez pareció apresurada, debido a que la infracción no fue violenta. En el final de la primera etapa, San Lorenzo trató de generar peligro haciendo un mayor desgaste físico, y estuvo cerca de llegar a la igualdad en dos oportunidades: en la primera, Cevallos le tapó el tiro a González, y en la segunda, Bergessio remató por arriba llegando por la derecha.

Pero el desarrollo del juego se modificó en el comienzo del segundo tiempo, porque a los dos minutos San Lorenzo logró la igualdad con un cabezazo. Bergessio fue el encargado de conectar el corner de González, y luego de ganarle a Araujo en el salto, ubicó la pelota al lado del palo derecho.

La Liga comenzó a hacer notar el hombre a favor que tenía y acorraló a San Lorenzo en su campo. Las jugadas de peligro para el local fueron llegando y así Ambrossi le dio de derecha dentro del área y rebotó en el palo. Luego lo tuvieron Araujo y dos veces Bieler, y en la jugada siguiente Aguirre salvó en la línea. El cansancio se apoderó de los jugadores de San Lorenzo, y encima ya no tenía a Romeo en el ataque, que le había dejado su lugar a Aureliano Torres. El equipo sólo resistía y esperaba el final para llegar a los penales. Resistió. Pero le faltó concretar la última hazaña.