Tras un vuelo de casi nueve horas y más de una de traslado en micro, la Selección Argentina se instaló ayer a las 4.20 de la madrugada en la Universidad de Pretoria, donde fue recibida por unos 40 chicos de una escuela de la zona. El equipo realizó trabajos en el gimnasio y movimientos regenerativos. A partir de hoy comenzarán las prácticas formales de cara al debut mundialista del 12 de junio, frente a Nigeria.

A modo de gesto de cordialidad, el bunker en el que también concentran habitualmente los Springbooks, la selección de rugby sudafricana presentó una bandera que decía “Bienvenida Argentina”. Además, adentro fue colocado un cuadro motivador que reza “Soñá que podés y podrás”. El complejo de 17 habitaciones también cuenta con muchas comodidades, tales como televisores LCD, consolas de videojuegos y calefacción. Las paredes fueron pintadas y el personal hizo un curso de español para poder interactuar de la mejor manera con los jugadores, quienes dormirán separados del cuerpo técnico. El hotel de 76 hectáreas fue deseado también por Alemania, Italia e Inglaterra, debido a la buena experiencia vivida por el Manchester United, que también supo sacarle provecho al lujo de Pretoria. Más allá de las excentricidades del bunker, la principal ventaja que presenta es la posibilidad de estar cerca de Johannesburgo, donde el equipo jugará sus dos primeros partidos, y de Polokwane, donde Argentina cerrará la primera fase.

Más allá de que el entrenador, Diego Maradona, haya confirmado de palabra el equipo titular con el que jugará ante Nigeria, en los últimos días se comenzó a barajar la posibilidad de que se agregue un atacante más que forme un tridente junto a Lionel Messi y Gonzalo Higuaín. Dentro de esa órbita, podría entrar Carlos Tevez sobre el sector izquierdo de la ofensiva y Jonás Gutiérrez se desempeñaría como lateral-volante.

Durante la semana de trabajo en Ezeiza, Maradona había dicho que analizó a “todos los rivales” y que sabe “cómo lastimarlos”, dejando entrever que las diversas características de los oponentes quizás permitan modificar los titulares y el dibujo táctico. Sin embargo, no será sencillo dilucidar cuáles son las intenciones del seleccionador, porque fueron colocadas lonas verdes, similares a las que Daniel Passarella hizo colocar durante el Mundial de Francia 1998, para evitar que los ojos curiosos de la prensa puedan observar los entrenamientos.

El combinado argentino es el tercero en arribar a Sudáfrica, donde ya se encuentran también Australia y Brasil. El viaje en avión duró aproximadamente diez horas y varios jugadores mostraron gestos de cansancio, aunque se alegraron con el recibimiento de los jóvenes sudafricanos.

A doce días del debut de la Argentina, Pretoria se vistió de fiesta pero no por la llegada del equipo que dirige Maradona, sino por la victoria del equipo de rugby local, los Blue Bulls, quienes vencieron en la final del Súper 14 a los Western Stomers 25-17. A escasos 500 metros del bunker, las calles se vistieron de fiesta y se llenaron de jóvenes, que bebieron cerveza con sus camisetas de rugby.

En contraposición a la situación de los amantes de la pelota ovalada, la Selección Argentina entrenará doble turno rigurosamente, con el objetivo de ganarles a Nigeria el 12 de junio, a Corea del Sur el 17 y a Grecia el 22. “Soñá que podés y podrás”, ésa es la frase que dispara la fantasía de los jugadores, del cuerpo técnico y de millones de argentinos.