Cuando parecía que Quilmes se despedía de Primera con una victoria ante el nuevo campeón, dos desafortunadas acciones del arquero Luciano Palos le permitieron a San Lorenzo derrotar 2-1 a los del sur, sin merecerlo. Si bien la conquista del título le quitaba a San Lorenzo la presión de jugar este último partido con cierta urgencia, sorprendió bastante la postura del equipo dirigido por Ramón Díaz, porque durante el primer tiempo su actitud fue sumamente pasiva. Entonces Quilmes, el ya descendido Quilmes, decidió alejarse de la categoría de la mejor manera y se convirtió en el principal protagonista.

Y la apuesta le salió bien porque de a poco encerró a San Lorenzo contra su campo. Lo de Quilmes, entonces, se sustentó en tres o cuatro puntos importantes. El local encontró claridad con las subidas de Alvaro Pereira por izquierda, el manejo que le dio en el medio Esteban García y los encuentros que tuvieron Pablo Batalla y Carlos Luna.

El partido, entonces, era de Quilmes y por eso encontró el gol. La jugada nació en un quite de Luna por la izquierda, el delantero le cedió la pelota a Batalla, quien sacó un remate bajo y cruzado que terminó su recorrido dentro del arco de Orion. Apenas dos minutos después, Quilmes pudo conseguir el segundo, pero el remate de Jorge Medina se fue rozando el palo derecho del arquero.

Después no quedó mucho más para rescatar. Quilmes siguió siendo el dueño del trámite, pero cuando Lavezzi y Silvera lograron juntarse, algo que sólo sucedió un par de veces, quedó la sensación de que San Lorenzo podía crear peligro.

Nada cambió en el complemento: Quilmes continuó haciendo el gasto, y San Lorenzo se mantuvo a la espera. Pero claro, Palos no estuvo atento y la historia se dio vuelta. El empate de San Lorenzo llegó con el primer error de Palos. A los 17 minutos, Ferreyra ejecutó de zurda un tiro libre fuera del área. La pelota llevaba dirección pero no potencia, y Palos, que reaccionó tarde, dejó que el balón se le escurriese entre las manos.

Con la igualdad, el panorama no cambió mucho, porque las ganas de Quilmes siguieron, y la parsimonia de San Lorenzo, también. Y en eso volvió a aparecer Palos. A los 40 minutos, desde el campo de San Lorenzo salió un pase profundo. La pelota era de Palos, pero el arquero, creyendo que el asistente había cobrado posición adelantada de Silvera (una posición que existió), se desentendió de la acción, y le dejó el balón al delantero, que remató con el arco libre para poner el partido 2-1.

Ya no había tiempo para hazañas. Quilmes se despidió con una derrota, y San Lorenzo estrenó el título con un triunfo que no mereció.

El técnico de San Lorenzo, Ramón Díaz, dijo luego que “no es fácil conseguir los puntos que sacamos y eso es mérito de los jugadores. Hicimos un campeonato bárbaro producto del esfuerzo y la unión del grupo”. Y le envió un mensaje a Boca: “Tienen un partido complicado en Brasil, pero me parece que ya tienen la copa ganada”.