El pivote argentino, Fabricio Oberto, quien ganó el primer anillo de campeón de la NBA con San Antonio Spurs, explicó ayer sus sensaciones desde Estados Unidos.

- “Los Juegos son distintos y si tenés una mala noche te despedís aunque seas el mejor. Este título con los Spurs me deja la satisfacción de sentir que fuimos los mejores de todos sin lugar a dudas, porque en playoffs a siete juegos necesariamente se impone el más poderoso.”

- “Antes del partido el técnico Greg Popovich nos deseó que tengamos la mejor noche posible. También nos dijo que cuando uno intenta romper una roca con un martillo, el último golpe es el que la quiebra, pero como consecuencia de todos los anteriores.”

- “Esa frase fue escrita en nuestro vestuario y en los idiomas de todos los que jugamos allí: en español, inglés, francés, holandés y esloveno. Con eso, nos quiso decir que el partido duraba 48 minutos y que había que machacar durante todo ese tiempo para conseguir el objetivo”.

- “El equipo se concentró en eso y nunca nos quejamos si nos cobraban algo mal, no nos molestábamos si la pelota no entraba y seguimos siempre para adelante. Eso fue lo que el técnico nos transmitió.”

- “Les aseguro que recién me sentí campeón cuando entré al vestuario. Porque fue un partido larguísimo y a veces la ansiedad, en un momento así, te hace interminables los cuartos. Los últimos siete segundos me parecieron una eternidad.”

- “La sensación de disfrutar este título es similar a cuando uno se mete un bocado muy grande en la boca, y tiene que masticarlo bien hasta digerirlo. Todavía estoy en ese proceso y creo que cuando llegue a Argentina terminaré de hacerlo con las repercusiones de todo esto.”