–¿Qué porcentaje de posibilidades tiene Argentina de ganarle a Alemania? –le preguntó Página/12.

–Y, muchas...

Y ahí mismo Javier Saviola se frenó, se dio cuenta de que estaba sanateando, que la respuesta que iba dar no tenía nada que ver con el tono de la conferencia de prensa y contestó concretamente a la pregunta...

–... El sesenta por ciento... Vamos a darle un poco más a Argentina.

Fue el cierre de una charla distendida en la que el delantero de la Selección se permitió un par de chistes, se rió cuando alguno despistado le hizo preguntas encadenadas y prolongó el buen clima que había tenido en la tarde anterior la charla con Tevez y Messi.

Esto es lo que transmite el plantel. No hubo entrenamiento apto para todo público, pero parece quedar claro que estos muchachos están distendidos, relajados, que tienen mucha confianza en lo que pueden hacer y que saben que los alemanes harían muy mal en considerar este encuentro de cuartos de final como un trámite. “Ellos tienen mucho más para perder que nosotros”, sintetizó Saviola. Y tiene razón.

De la práctica de ayer (movimientos tácticos no muy intensos ni muy largos, con distintos grupos) no quedaron pistas muy firmes para inferir cuál va a ser el equipo que va a plantar Pekerman en la cancha. Lucho González por Cambiasso y Burdisso por Scaloni son los cambios casi cantados en relación con el último partido contra México.

“Del equipo no sabemos nada porque el técnico no lo paró en la cancha”, expresó Saviola, pero sí dijo saber cómo se va a plantear el partido. “Nosotros tenemos que mover la pelota por abajo y jugarla con mucha rapidez, porque eso es lo que más les va a pesar a los alemanes.”

Respecto de lo que significa jugar con un estadio colmado por hinchas que mayoritariamente van a estar en contra, Saviola también reflejó la sensación que impera en sus compañeros: “Acá hay muchos jugadores que actúan en Europa que están acostumbrados a jugar con el público en contra, así que lo vamos a poder manejar. Por otra parte, nosotros tenemos que pensar que en la Argentina hay mucha gente respaldándonos”.

El clima festivo de Herzogenaurach parece haber alcanzado también a los vecinos. Desde el cuarto piso de un edificio contiguo a la entrada a la concentración alguien colgó una bandera que dice “Adiós, Argentina” y debajo una carita sonriendo, como la que se ponen en los e-mails para que quede claro que se trata de un chiste. Adiós está escrito en negro, Argentina en rojo y la carita en amarillo, los colores de la bandera alemana. Algunos lo tomaron como una ofensa, los responsables del plantel no le dieron importancia. Tal vez los nervios empiecen a aparecer hoy cuando a las 18 viajen en avión hacia Berlín o mañana, a la mismísima hora de la verdad... Por ahora, entretanto, está todo bien, hay un clima fenómeno, unas ganas enormes juegue quien juegue y todo eso es muy bueno. Suficiente para pensar que si no es sesenta por ciento al menos las chances están repartidas: cincuenta y cincuenta.