Néstor Kirchner encabezó ayer la rúbrica de un acuerdo salarial entre la UOM y empresarios del sector que significará para los trabajadores una mejora del 19 por ciento. El Presidente buscó así quedar en una foto con alto valor simbólico y político, ya que el aumento para los metalúrgicos –un gremio insigne de la historia argentina– permite cerrar la ronda de tratativas iniciadas con los sindicatos de peso y reducir las posibilidades de conflictividad.

“Se ha dado un paso importante, fue una larga discusión, pero no hubo ningún tipo de perturbación ni en la producción, ni en el trabajo, ni se le alteró la vida a nadie, ni se cortaron calles”, resaltó Kirchner.

La mejora del 19 por ciento comenzará a regir el 1º de julio y vendrá de la mano, por única vez, de una suma fija de 200 pesos. Las negociaciones se iniciaron hace 4 meses. Entonces, la UOM exigía una mejora del 30 por ciento y los empresarios se mostraban dispuestos a otorgar sólo el 10.

El nuevo convenio anunciado ayer en la Casa Rosada regirá hasta marzo de 2007, a pesar de que los representantes empresarios querían extender su vigencia hasta mayo. Unicamente el sector siderúrgico –con una menor cantidades de trabajadores– quedó fuera del acuerdo.

“Este no es un convenio más, responde a las características propias del sector, y se ha cerrado en un marco donde el crecimiento de la industria lidera la recuperación económica y del empleo, dentro de un proceso normal de conflictividad”, señaló el ministro de Trabajo, Carlos Tomada, también presente en el anuncio.

El acuerdo permitirá que el ingreso de un peón, o sea el sueldo inicial, esté por encima de la línea de pobreza, que es del orden de los 870 pesos. La UOM prácticamente ha duplicado el número de cotizantes desde la asunción de Kirchner, pero aún está lejos de los 400 mil que supieron representar en los años de la “patria metalúrgica”. Hoy son poco menos de 200 mil los que reportan al gremio.

El secretario general de la UOM, Antonio Caló –quien participó de las negociaciones con los representantes de Adimra–, se mostró satisfecho con el acuerdo, pero se lamentó por no haber logrado extenderlo a todo el gremio. “Nos falta una rama, la de los siderúrgicos. La diferencia que existe es el tiempo. La UOM firmó un convenio por un aumento del 19 por ciento, todo junto, y por un término de ocho meses. Los sectores siderúrgicos, las empresas que más facturan en el país, quieren una vigencia de diez meses. La traba está ahí, no en el porcentaje”, señaló el dirigente gremial que viene, según reconoció, “acompañando al Gobierno” desde sus inicios.