El presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, consolidó ayer su imagen de mandatario tecnológico e inauguró un nuevo formato de contacto con la ciudadanía al responder a través de un sistema online a las preguntas de los estadounidenses. Según explicó la Casa Blanca, “Open for Questions” (“Abierto a las preguntas”) es un experimento de su página de Internet para aumentar la transparencia de la presidencia y dar “a los estadounidenses a lo largo de todo el territorio una línea directa con el gobierno”.

En el sitio web (www.whitehou se.gov/openforquestions) se registraron decenas de miles de preguntas antes de que diera comienzo el acto, que fue transmitido en directo desde Washington a través del espacio digital de la Casa Blanca. Ante público y con presentador, Obama habló de preocupaciones claves para los ciudadanos estadounidense, tales como el futuro económico del país o por qué el país no adopta un sistema de salud “al estilo del europeo”.

Desde el martes, los ciudadanos han podido colgar sus preguntas y votar sobre las que prefieren. Ayer Obama contestó algunas de las preguntas más populares en una sesión que fue retransmitida online. El portavoz de la Casa Blanca, Robert Gibbs, indicó que el evento es para “dar una oportunidad a los ciudadanos de todo el país a preguntar al presidente sobre prioridades importantes”. Asimismo, Obama puede hacer “lo que le gusta, hablar directamente a los ciudadanos”, precisó el portavoz, que indicó que esta sesión podría repetirse en el futuro. “Es como salir de viaje para reunirse con los ciudadanos, con la ventaja de que ahorramos en gasolina”, bromeó Gibbs.

En esta primera sesión, indicó la Casa Blanca, se puso el énfasis en la economía. El presidente estadounidense lleva a cabo una campaña para explicar sus medidas económicas directamente al público, tras las críticas sufridas entre los legisladores de la oposición republicana y algunos demócratas moderados, que temen el impacto que sus propuestas puedan tener en el abultado déficit fiscal del país.

Días atrás, la Casa Blanca había lanzado una minicampaña orientada a que los ciudadanos plasmaran sus dudas sobre el modo en que el mandatario enfrentará la crisis en el país y anunció que las respuestas serían transmitidas por Internet. La de ayer fue la primera parte de un experimento que el equipo del demócrata pretende llevar a cabo en otras oportunidades y cuya finalidad es transparentar la gestión y dar “a los estadounidenses a lo largo de todo el territorio una línea directa con el gobierno”, informó la Casa Blanca.

La cercanía del mandatario a las nuevas tecnologías quedó en evidencia cuando, tras ser elegido, Obama aseguró que no prescindirá de su Blackberry (un sofisticado celular con conexión a la red Internet y todos sus servicios) porque lo necesitaba para estar conectado con el mundo. Durante su campaña electoral, Obama utilizó Internet como una herramienta habitual de trabajo, que le permitió enviar directamente mensajes a los votantes y crear una red de contactos que jugó un importante papel en el desarrollo de los comicios. Esta imagen de presidente moderno y tecnológico se afianzó aún más con esta iniciativa sin precedentes implementada por el demócrata.

Al cierre del período de preguntas formuladas a Obama –dos horas antes del comienzo del acto– los servidores de la Casa Blanca habían registrado la participación de 92.927 personas, que enviaron 104.123 preguntas y realizaron 3.606.799 votos.

Desde las internas partidarias que definieron su candidatura, Obama se caracterizó por su firme apuesta por las nuevas tecnologías para llegar a los electores. Además de conseguir un móvil a prueba de espías –llamado familiarmente “Barackberry”–, creó perfiles Facebook y Twitter (dos redes sociales muy populares en la web) para su campaña y su administración introdujo anuncios de su candidatura en videojuegos online, como el juego de carreras Burnout.