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El presidente de Cuba, Raúl Castro, anunció anoche “para los próximos días” la liberación de más de 2900 presos, unos pocos condenados por delitos contra la seguridad del Estado, y de otros 86 extranjeros, aunque a condición de que sus países de origen acepten la repatriación. Castro no dio mayores detalles de la decisión, pero sí especificó que entre las razones del indulto está la próxima visita del papa Benedicto XVI a la isla, prevista para marzo.

Los 86 extranjeros –trece mujeres, entre ellos– proceden de 25 países, a los que se les solicitará “por canales diplomáticos” la repatriación de los ahora presos.

El mandatario hizo el anuncio al exponer ante la Asamblea Nacional (el Parlamento), y una nota difundida luego detalla que en ese grupo de próximos liberados hay “algunos condenados por delitos contra la seguridad del Estado”; que todos cumplieron ya “una parte importante de la pena” y que tuvieron “un buen comportamiento”.

Además, el gobierno de Cuba ratificó su decisión de promover una reforma migratoria que facilite la salida de los cubanos al exterior y el regreso al país, aunque aclaró que esa modificación será “paulatina”, y evitó hablar de plazos.

Castro, que hizo el anuncio, confirmó de esa manera las versiones sobre un cambio en la materia, pero bajó la expectativa sobre la inminencia de esa futura facilidad para salir y entrar de la isla que tendrán los cubanos.