Viernes, 13 de noviembre de 2015 | Hoy
EL MUNDO › EL EX MANDATARIO URUGUAYO HABLO ANTE MILES DE JOVENES EN EL CONGRESO DE CLACSO EN MEDELLIN
El ex presidente oriental explicó que “es cierto que hubo casos de guerras justas como las de liberación nacional, pero el grueso de las guerras son movidas por intereses de rapiña de quienes controlan la industria bélica y el poder global”.
Por Darío Pignotti
Desde Medellín
Recibido como un prócer por miles de jóvenes que hicieron filas de cuatro cuadras en Medellín para asistir a su conferencia, José Mujica formuló una defensa sin atenuantes de la paz, planteó en uno de los momentos más intensos de su discurso, que en realidad fue una clase magistral de acción política en tiempos de guerra. Está seguro de que el fin del conflicto sólo se alcanzará si se actúa con realismo, premura y sin “hipocresías ideológicas”. “Por encima de todas las cosas apoyo, fervorosamente, el proceso de paz”, sintetizó el ex presidente uruguayo. “Empecemos por la paz: ningún bien es tan importante como la vida.... (los hombres) hacemos un montón de disparates, como la guerra que es la forma técnicamente más eficaz de terminar con la vida” aseguró “Pepe”, el apodo con que fue recibido por el público .
“Este conflicto lleva más de 50 años, es un conflicto cuyos orígenes se pierden en la historia de Colombia y de América Latina...Hay que luchar contra toda forma de guerra, es cierto que hubo casos de guerras justas como las de liberación nacional, pero el grueso de las guerras no son de liberación, son movidas por intereses de rapiña”, de quienes controlan la industria bélica y el poder global.
Mujica seguramente sea el dirigente latinoamericano más respetado por la izquierda y el progresismo de este país donde es muy popular: la televisión emite una propaganda institucional por la paz en la que aparece su imagen. Su ascendencia sobre los jóvenes es extraordinaria.
“El 85 % de los presentes en esta conferencia son menores de 25 años, la cantidad de público superó todas nuestras expectativas” informó Pablo Gentili, secretario ejecutivo del Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales. “Los mitos nunca logran verse a sí mismos como mitos, y eso le pasa a él (Mujica). Está convencido de que más que él, son sus ideas las que mueven a las masas”, continuó el titular de Clacso.
Este potente “tanque de ideas”, el mayor del subcontinente, escogió a Mujica y Luiz Inácio Lula da Silva, que pronunció un discurso el martes, como las figuras salientes del evento en Medellín donde participan cientos de intelectuales y académicos.
A la conferencia magistral dictada por el uruguayo el miércoles asistieron el ex ministro brasileño Luiz Dulci, titular del Instituto Lula, la ex senadora colombiana Piedad Córdoba y el español Juan Carlos Monedero, fundador de la agrupación Podemos, quien tomó nota de varios conceptos vertidos durante la disertación. Mujica, ex miembro de la organización guerrillera Tupamaros recordó tener”compañeros desaparecidos” en Colombia, posiblemente miembros de alguna fuerza insurgente.
Es más que un personaje popular aplaudido, incluso, por algunos sectores más conservadores: al parecer ejerce algún tipo de influencia en las negociaciones de paz que mantienen desde hace tres años las FARC y el gobierno. En ese sentido Andrés Danza, autor de la biografía política “Una oveja negra al poder’, dijo al diario de Bogotá El Tiempo, que el ex mandatario mantuvo dos conversaciones con la comisión que representa a los rebeldes en La Habana.
Además, contó el escritor, el dirigente uruguayo del Frente Amplio ha mantenido contactos con el presidente Juan Manuel Santos, que hasta 2010 fuera ministro de Defensa del gobierno de Alvaro Uribe, de ultraderecha, muy popular aquí en Medellín. Actualmente Uribe, que denuncia la paz “con los terroristas de las FARC amparada por la dictadura de los hermanos Castro”, es un opositor firme al gobierno de Santos.
Mujica admitió que el pasado de Santos suscita recelos en algunos sectores, al decir que “fue una figura con responsabilidad directa en las cuestiones de estos años”. Para después agregar que el mandatario “ha demostrado ser un hombre inteligente y observador por haber llegado a la conclusión de que no hay otro camino que llegar a una negociación para terminar con esta guerra”.
Construir la paz “no es sencillo porque en seguida salta la fenomenal contradicción entre verdad y justicia. Hay que llamar a las cosas por su nombre, sin cobardías, las realidades son crudas. ¿Quién va a decir verdades de lo que pasó si está amenazado de ir preso? Nadie”, planteó Mujica. Junto a él estaba la senadora, también ex militante de Tupamaros, Lucía Topolansky. “Quedarnos en esa contradicción es prolongar la guerra. Es probable que haya que seguir algún camino donde el que tenga el coraje de decir la verdad tal vez tenga que quedar eximido de responsabilidades penales. Probablemente haya que hacer algo parecido a lo que se hizo en Sudáfrica, u otra fórmula”, deslizó.
Ese tema, el de cual será la arquitectura jurídica de lo que aquí se denomina como “post conflicto”, es uno de los asuntos aún pendientes y que suscitan polémicas. No es el único capítulo espinoso. Otro de los puntos aún sin solución es como se reinsertarán los guerrilleros a la vida política y como será el eventual plebiscito para que la sociedad se pronuncie sobre el acuerdo de paz que será firmado el próximo 23 de marzo, según lo reiteró Santos.
Al iniciar su intervención Mujica expresó su alegría ante el numeroso público ávido de protagonizar procesos de transformación a pesar de que en América Latina los sistemas políticos sean de baja calidad de representación. Con partidos que no están a la altura de los desafíos debido a una serie de problemas entre los que mencionó a la corrupción.
“Hay una enorme falta de liderazgos y por otro lado está germinando una demanda juvenil, esto lo vi en Turquía, lo vi en Francia, en España, en Brasil, en Argentina. Hay una germinación de gente joven e inquieta.”
Igual que lo había hecho Lula el martes, el dirigente uruguayo convocó a los jóvenes a que participen en los partidos políticos, en las organizaciones sociales, a pesar de sus defectos. “Piensen con la almohada” como militar en política para cambiar un mundo dominado por el “consumismo” y la “excusión”, sugirió.
“Pepe presidente” cantó, medio en broma, un grupo de muchachos que siguieron la charla reproducida en pantallas gigantes en un anfiteatro, pues el auditorio fue desbordado de público en la noche del miércoles.
“Si él fuera candidato lo votaríamos, como que no. Con Pepe presidente los acuerdos de paz sí que se iban a respetar. No me parece que Santos cumpla con su palabra” dijo Daniel, estudiante de la Universidad Pedagógica de Bogotá, que viajó a Medellín para la conferencia. El intelectual español, fundador de Podemos, Juan Carlos Monedero, destacó el hecho de que la Plaza Mayor haya estado “preñada de juventud”.
“Tomé notas en la charla de Mujica, dijo cosas muy hermosas como aquello de que ‘nunca nos podrán derrotar porque nuestros triunfos nunca son definitivos’, siempre hay conquistas por delante, la democracia siempre está en conflicto, en movimiento” declaró Monedero ayer en entrevista con Página/12 y La Jornada de México.
No todos los dichos de Mujica fueron compartidos por el mentor de Podemos, surgido de los indignados que tomaron las plazas madrileñas en 2014.
Para Monedero es inconveniente firmar la paz al costo de que sacrificar la justicia. “Es cierto que en los procesos de paz todos tienen que ceder, pero sin verdad, justicia y reparación no se van a cerrar las heridas. Hay que dejar abierta la posibilidad de que pueda haber justicia.”
“Creo que el reloj está corriendo, y el proceso de paz hay que acelerarlo...animo profundamente el proceso de paz que tiene lugar en Cuba, pero estoy convencido de que en Cuba no se va a cerrar ...hay que convocar a la sociedad civil”, terminó Monedero.
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