El secretario general de la UCR, Jesús Rodríguez, analizó ayer que la interna partidaria bonaerense fue una “revalorización positiva” de la fuerza y consideró que el acuerdo de los dirigentes más importantes del peronismo disidente se trató de una “reacción” a la elección radical.

En el Comité Nacional se interpretó como una “victoria” que las máximas figuras del peronismo opositor hayan apurado un evento público para confirmar sus intenciones de trabajar en conjunto, después del triunfo de Ricardo Alfonsín en la interna radical y su posicionamiento como candidato presidencial. “Es cierto que todavía no está claro si participan de la interna justicialista y quiénes pueden ser sus candidatos, pero es un dato auspicioso este intento de reorganización”, manifestó el dirigente porteño, que marcó diferencias entre las acciones del PJ disidente y la UCR. Según Rodríguez, mientras que el pronunciamiento radical “surgió desde las bases, el del justicialismo fue una reunión de cúpulas”, pero aun así no les restó entidad porque tuvo que ver con que “creyeron conveniente tener una participación”. El ex funcionario del gobierno de Raúl Alfonsín subrayó que “hay un radicalismo que todos los días pone un ladrillo o avanza un paso en la construcción de una alternativa de gobierno”. Para eso el titular partidario, Ernesto Sanz, ya anticipó que citará a unos 40 dirigentes a la sede de Alsina al 1700 para discutir el rumbo partidario.