Filmus, Sabbatella, Rossi y Abal Medina, en el cierre del encuentro que abrió Marco Aurelio Garcia.
Imagen: Jorge Larrosa.

“Necesitamos una coalición política que se transforme en una coalición electoral, que nos deje parados en un lugar de izquierda y en donde el que no esté con nosotros sea de derecha.” La afirmación la hizo el titular del bloque de diputados del kirchnerismo, Agustín Rossi, en el cierre de una jornada de reflexión que reunió a políticos y politólogos para discutir el rol de la izquierda y el progresismo. Hubo diferentes miradas sobre el papel de los partidos en la construcción de espacios, pero todos los panelistas coincidieron en destacar el avance de las fuerzas progresistas en América latina y la necesaria preparación frente a un embate de la derecha.

El encuentro tuvo lugar en la Biblioteca Nacional y fue organizado por el Centro de Estudios Políticos, Económicos y Sociales (Cepes), con el apoyo de la fundación Jean Jaurès. La apertura estuvo a cargo del brasileño Marco Aurelio Garcia, asesor de Lula. El panel de cierre, titulado “Argentina después de la crisis de 2001 y las perspectivas de una izquierda”, contó con las exposiciones del secretario de la Gestión Pública, Juan Manuel Abal Medina, el senador del FpV Daniel Filmus, el ex legislador del SI Carlos Raimundi y el diputado de Nuevo Encuentro Martín Sabbatella, además de Agustín Rossi.

“Es una mesa relativamente homogénea”, admitió Filmus, entre risas, luego de mirar a sus compañeros de panel en el auditorio Borges. El senador inició su análisis explicando cómo, luego de la crisis política y económica, el espacio progresista tuvo que pasar “desde una cultura de la resistencia hacia una cultura de la propuesta”. En ese sentido, y como parte del Gobierno, Filmus sugirió que el progresismo defina claramente los actores sociales que van a acompañar sus transformaciones y pidió contemplar especialmente a las clases medias urbanas, distanciadas del oficialismo luego del conflicto con las patronales agrarias. “Debemos pensar políticas específicas dispuestas a incorporarlas”, sostuvo.

Raimundi, a su turno, marcó un panorama en el que la discusión “no está dada entre dos actores políticos, sino entre un actor político –el actual Gobierno– y los factores de poder”. Por eso, aseguró que, lejos de ser tiempo de moderarse, el actual “es un momento propicio para ir a fondo. Hay una batalla que dar que sólo la pueden dar los gobiernos fuertes”.

Abal Medina, asesor de Néstor Kirchner en el Congreso, también pidió “pensar en experiencias más plebeyas, más populistas, más rebeldes”. “Debemos no sólo ir más allá, sino conservar lo que se ha ido dando”, reclamó el funcionario, en un tono similar al de Sabbatella. Fue justamente el titular de Nuevo Encuentro quien reiteró sus críticas “al sector de las fuerzas progresistas que hablan de que esto es más de lo mismo”, porque “creen que hay poco para defender y se equivocan”. En su exposición, el ex intendente de Morón reiteró su idea de ir más allá del bipartidismo. El público presente celebró la intervención de Rossi cuando anunció que iba a decir “las cosas que Sabbatella no puede contar, por ejemplo, un chiste que me dijo: ‘Muchos Pinos hacen un Pinedo’”. “Es verdad que yo hice ese chiste –confesó Sabbatella–, pero él me lo había contado a mí tres horas antes.” Hubo risas y aplausos.

Ya más serio, el santafesino destacó el proceso político iniciado por Kirchner al asegurar que “nunca desde el poder se hizo tanto para que la discusión permanente sea entre izquierda y derecha”. De acuerdo con Rossi, la discusión en torno de estos dos órdenes (y no radicalismo o peronismo, por ejemplo) se reabrió en los últimos años. “Una fuerza política tiene que ser claramente plural –detalló el kirchnerista–. Es imposible pensarla únicamente desde el universo político del justicialismo.” Su conclusión fue que las chances de éxito del progresismo K tendrán que relacionarse con “seguir manteniendo este clivaje. Que la discusión el año que viene sea izquierda o derecha”.

Más temprano, políticos y especialistas compartieron un panel en el que discutieron los cambios en Latinoamérica en la primera década del siglo. El politólogo Khatchik Der Ghougassian explicó el giro a la izquierda en la región como consecuencia “del crecimiento de nuestros países y la revalorización de los recursos naturales como factor estratégico del siglo XXI”. Para el doctor en Relaciones Internacionales, hoy Latinoamérica se compone de “400 millones de personas que viven en una mina de oro”.

La senadora uruguaya Constanza Moreira explicó que “en los países donde la derecha es muy de derecha, la izquierda es muy de centro” y dio el ejemplo del Frente Amplio que integra. “Tuvimos un presidente de izquierda que vetó la ley del aborto –explicó, refiriéndose a Tabaré Vázquez–. Si no damos una batalla cultural vamos a perder contra el conservadurismo social.” Sin embargo, la advertencia más fuerte fue la del ex embajador de Chile en Argentina, Luis Maira. “Antes del golpe contra Allende, la derecha era un tercio del bloque político –dijo Maira–. Hoy es un 50 por ciento. Está creciendo. Los progresistas debemos acotar nuestros desacuerdos y construir formas de entendimiento.”

Informe: Federico Poore.