En sintonía con los altos niveles de aceptación que tiene el presidente Néstor Kirchner, la evaluación del acto en las encuestas muestra que a una mayoría le pareció bueno o muy bueno. Los datos surgen de una encuesta nacional realizada por la consultora OPSM, que lidera Enrique Zuleta Puceiro. Sin embargo, este diario consultó a algunos de los principales encuestadores y analistas políticos sobre el impacto de la plaza en los que no concurrieron. Los consultores coincidieron en que la concentración no tiene impacto electoral, ya que el Presidente aparece hoy como nítido favorito si se presenta a la reelección. Sin embargo, sostienen que sí tiene impacto en la interna peronista, plantea definiciones y debates ideológicos y tal vez reforzó el respaldo de quienes ya los respaldaban y reforzó la oposición de quienes ya desde antes del acto se le oponían.

Manuel Mora y Araujo, de Ipsos Mora y Araujo: “Para los que no fueron, yo diría que quedó entre un signo de interrogación y un menos. No es una demostración de poder que la gente valora. Distinto es dentro del peronismo, donde es obvio que se afirmó el poder de Kirchner. En el resto de la sociedad queda el interrogante, porque estos actos son de las cosas que la clase media no peronista siempre rechazó. El que no fue y no está cerca del Presidente saca a relucir alguna de las varias teorías de cómo se llena una plaza, el aparato, los micros, el clientelismo. Por eso, para el que no participó no fue una demostración de fuerza.

Artemio López, de Equis: El acto refuerza la identidad de los que simpatizan con el Gobierno y mostró, por la pasividad, el poderío de Kirchner. Dio claras señales ideológicas, expandiendo las fronteras del peronismo. La realidad es que el peronismo fue el partido más perseguido en la dictadura, pero en toda la etapa de Menem se mostró como el partido del orden y el que clausuró la posibilidad de sanción a los que violaron los derechos humanos. Ahora vimos a un Presidente peronista con las Madres y Abuelas. Podría decirse que expande las fronteras del peronismo hacia la izquierda, pero creo que hay fuerzas y hasta dirigentes de centroderecha que hoy sintonizan con la cuestión de derechos humanos. Desde Gabriela Michetti, en el Pro, pasando por Ricardo López Murphy y hasta Mauricio Macri. Desde el punto de vista electoral, tal vez la plaza no haya engrosado un caudal de votos que el Gobierno igual ya tiene.

Hugo Haime, de Haime y Asociados: Los sectores que adhieren al Presidente van a adherir más y los que están en contra van a estar más en contra. Hay una franja que critica el estilo del Presidente y sospecha que tiene una bacteria peronista. El acto puso bastantes cosas en blanco. Había, por ejemplo, dirigentes gremiales peronistas y una franja que por ahí se remite a la Juventud Peronista. Kirchner dijo estamos con los desaparecidos, no con Vandor. Seguro que hay peronistas de derecha que dicen que estamos mejor pero que “este tipo no me gusta, Perón lo echó de la plaza”. En el acto, Kirchner ratificó que está con los que se fueron de aquella plaza. El mensaje es que, partiendo de ese punto de vista, hay que organizarse dentro y fuera del peronismo para ver cómo se sigue. Se metió con una polémica que existe en el peronismo y en toda la sociedad.

Rosendo Fraga, de Centro de Estudios para la Nueva Mayoría: Para la gente que no fue, lo que deja es la figura de Kirchner más que el acto mismo. La gente percibe que el Presidente va a la reelección, aunque no lo diga. Y lo que se vio es más una demostración de fuerza que de entusiasmo. Porque lo cierto es que estuvieron los gobernadores, estuvieron los dirigentes gremiales, hubo muchos dirigentes sociales. En el mes de mayo, Kirchner ya reunió tres veces a los gobernadores: en Gualeguaychú, en el lanzamiento de la reforma educativa y en la plaza. Eso muestra una enorme fortaleza porque, como se vio en las elecciones de 2003 y 2005, en 20 de los 24 distritos electorales ganaron las fuerzas que gobernaban cada provincia. Hay una desarticulación de los partidos y un crecimiento decisivo de los líderes territoriales. Hablo de descomposición de partidos, tanto de oficialismo como de la oposición. Fíjese que en la plaza no hubo partido peronista sino cultura peronista. Paralelamente, ese peso del Presidente entre los gobernadores marca la pauta de su poder.