¿Qué tiene que ver la mitología griega con la corrupción? Según la empresa Skanska el presunto pago de coimas sólo fue “un conjunto de empleados que buscaron ser el rey Midas de los negocios y enriquecerse por la operación”, aunque “por las dudas que quedaron habrá una auditoría de la auditoría”, que involucró a ex directivos. El vocero de la compañía sueca, Miguel Ritter, trató así de despegar a la empresa del pago de sobornos para obtener las obras de ampliación del Gasoducto del Norte. Aunque el calentamiento del escándalo provocó ya la salida de tres funcionarios y la intervención del Enargas, el representante de Skanska en Argentina relativizó la escucha telefónica que levantó el voltaje del caso.

En diálogo con Página/12, el actual presidente de Skanska, Hernán Morano, había expresado: “No avalamos ni desmentimos la grabación”. E intentó instalar la idea de que todo habría sido producto de una interna de la empresa.

“Fue un problema de un conjunto de empleados que buscaron ser el rey Midas de los negocios, por un lado, y, por el otro, enriquecerse ellos por la operación”, respondió Ritter en una entrevista por radio cuando se le preguntó si el proceder bajo investigación fue responsabilidad de su personal o de la empresa. En la mitología griega, Midas era el rey de Frigia que, por su hospitalidad con Silenio, recibió de Dionisio el poder de convertir en oro todo cuanto tocara. Sin embargo, viendo que no podía comer alimentos pidió ser liberado de ese don y terminó con orejas de burro que Apolo le hizo crecer por preferir la melodía de la flauta de Pan a la de la lira. Ritter no aclaró a cuál parte del mito se refería.

El vocero confirmó que Skanska ordenó hacer un análisis de la auditoría ya realizada y expresó su deseo de que el daño que sufre ahora la reputación de la compañía no afecte sus operaciones futuras. “Un hecho de esta naturaleza obviamente afecta la imagen de una empresa, sobre todo cuando tuvo una impecable reputación en 120 años. Si afecta negocios, habrá que verlo. De acá en más esperemos que el daño pueda ser acotado, pero nunca se sabe”, admitió.

Cuando se le preguntó por la afirmación del presidente Néstor Kirchner, que reiteró que el escándalo es un episodio de corrupción “entre privados”, el vocero de Skanska se limitó a decir: “La empresa no juzga, ha asignado responsabilidades a su propio personal. Si no se refieren a su propio personal no puede asignarla a terceros”, opinó. Tras reconocer que la compañía pagó a la AFIP multas correspondientes a una evasión tributaria por “17 millones de pesos”, Ritter dijo que si el juez Javier López Biscayart, quien investiga ese delito, “verifica que ha habido dolo, la empresa asumirá todas las consecuencias correspondientes”.