“Cuando el miedo y la venganza irracional impulsan los reclamos de una sociedad, se producen las peores tragedias históricas.” El Premio Nobel de la Paz y titular de Serpaj, Adolfo Pérez Esquivel, convocó ayer a la sociedad a movilizarse al Obelisco a las 18 en contra de las propuestas represivas y de mano dura. El acto de Pérez Esquivel se realizará una hora antes del inicio de la marcha por seguridad convocada por Juan Carlos Blumberg con el eslogan “Por la seguridad de nuestros hijos. Vos podés ser la siguiente víctima”. Así, para ir a Plaza de Mayo muchos de los asistentes a la movilización de Blumberg deberán pasar ante la multitud que responda a la convocatoria del Premio Nobel. En la “contramarcha” también participarán la FTV, el Movimiento Evita y Libres del Sur. “La Plaza es de las Madres, de las Abuelas y de los trabajadores. De ninguna manera se la podemos dejar a los asesinos del Proceso, a los adalides de la mano dura”, exhortó ayer el subsecretario de Tierras, Luis D’Elía.

La iniciativa de Blumberg también fue criticada por Estela Carlotto y la ministra de Derechos Humanos y Sociales del gobierno porteño, Gabriela Cerruti. Aunque durante los días previos fue D’Elía quien habló de convocar a una “contramarcha”, al final fue Pérez Esquivel el que concretó la idea. Referente de los organismos de derechos humanos, el Premio Nobel hizo circular un comunicado del Serpaj invitando a concentrarse en el Obelisco a partir de las 18. Con el lema “Sí a la vida, no a la represión”, el acto paralelo al de Blumberg logró rápidamente el respaldo de algunos movimientos K –la FTV, el Movimiento Evita y Libres del Sur– y también de partidos de izquierda enrolados en la oposición, como el Movimiento Socialista de los Trabajadores (MST El Socialista).

En su convocatoria al Obelisco, Pérez Esquivel expuso algunos de sus argumentos para rechazar a Blumberg. “El sistema neoliberal es la principal causa de la inseguridad. No a la cultura del miedo y la represión que buscan imponer los personeros de la violencia y la pérdida de las libertades ciudadanas. Decir no a la mano dura es un imperativo ético y político”, aseguró. Con argumentos muy parecidos a los de Pérez Esquivel, también opinaron Carlotto, Cerruti y Hebe de Bonafini, quien cargó contra Blumberg pero anticipó que no irá al acto de Pérez Esquivel.

“Todo ciudadano tiene derecho a marchar en esa plaza histórica con demandas justas y lógicas en pos del bien de la sociedad. Pero esta marcha está destinada a sembrar el miedo a partir de intereses políticos y partidarios de quienes acompañan a Blumberg. Basta con mirar quiénes estarán a su lado en esta marcha para entender que el objetivo primordial es sembrar el miedo. Los motivos no son tan claritos como plantea inocentemente este señor canoso”, dijo Carlotto. Funcionaria de Jorge Telerman, Cerruti se explayó con ideas muy parecidas. “Es una trampa decir que la marcha solamente es para reflejar la situación de inseguridad de la gente, cuando se está yendo por un proyecto político e ideológico que tiene que ver con otras épocas que no queremos volver a vivir”, dijo.

Como ya había hecho en los días previos, la titular de la Asociación Madres de Plaza de Mayo descalificó la marcha que encabezará Blumberg. “Será una reunión de fascistas y genocidas. Pero si Blumberg quiere hacer esa marcha, que la haga”, aseguró Bonafini. Otro cuestionamiento llegó desde la Liga Argentina por los Derechos del Hombre, cuya copresidente, Graciela Rosenblum, advirtió que la marcha de Blumberg “lleva a militarizar el país”. “El aumento del delito no es sólo consecuencia de la pobreza, sino que es un problema social y así debe ser tratado. Nunca hubo relación entre el aumento de la pena y la disminución del delito”, afirmó.