El fiscal general de San Isidro, Julio Novo, no se presentó a declarar ayer en la causa en la que se lo investiga por encubrir una red de narcotráfico vinculada con el asesinato de tres ciudadanos colombianos. El funcionario debía concurrir a las 10 a declarar ante la jueza federal de San Isidro, Sandra Arroyo Salgado, pero envió un escrito. Otros imputados en la causa, los fiscales generales adjuntos Rodrigo Caro y Eduardo Vaiani, que estaban convocados para fines de octubre, también presentaron un descargo por escrito en el que negaron las imputaciones. En tanto, lo propio hizo Melisa Rey, secretaria de la fiscalía de Novo, mientras que Mariana Busse, que cumple la misma función, fue la única que declaró ante la jueza.

El fiscal Novo era el último en la convocatoria a indagatoria realizada en septiembre por la jueza Arroyo Salgado. Novo, al igual que sus colaboradores, fue acusado de “encubrimiento agravado, abuso de autoridad, incumplimiento de los deberes de funcionario público y entorpecimiento de la labor funcional”. La causa se inició a partir de una denuncia formulada en octubre de 2012 por otro fiscal de San Isidro, Luis Angelini, quien entendió que Novo y sus subordinados obstaculizaban la investigación que vinculaba los asesinatos de los colombianos Jorge Alexander Quintero Gartner, Héctor Edilson Duque Ceballos –el 24 de julio de 2008 en el estacionamiento del shopping Unicenter de Martínez, norte del Gran Buenos Aires– y Juan Sebastián Galvis Ramírez –el 23 de febrero de 2009 frente a una casa de venta de artículos de náutica del partido bonaerense de San Fernando– con los hermanos Gustavo y Eduardo Juliá, hijos de un ex jefe de la Fuerza Aérea Argentina, quienes están condenados y presos en España luego de que les encontraran una tonelada de cocaína en su avión, en Barcelona. Las oficinas de los acusados fueron allanadas el 30 de diciembre último.