Una mujer que el miércoles pasado había sido encontrada carbonizada en un descampado ubicado en el centro de la localidad bonaerense de San Miguel fue identificada como María Luisa Robledo, de 42 años, una vecina de esa localidad. La sorpresa fue que por el hecho fue detenido, como principal sospechoso, el hijo de 20 años de la víctima, que es un voluntario del Ejército Argentino. Los investigadores sospechan que la mujer murió a consecuencia de un fuerte golpe que recibió al ser agredida en forma intencional por el joven, quien se supone que, al ver el cuerpo sin vida, se asustó y decidió quemarlo. La víctima estaba separada de su pareja y residía en una vivienda de San Miguel junto a su hijo de 20 años, quien el martes pasado había denunciado la desaparición de su madre.

La identificación se concretó ayer cuando la hermana de la mujer y un vecino del barrio reconocieron el cuerpo en la Morgue Judicial. “Tras la identificación del cadáver, el hijo de la víctima se presentó ante los investigadores y aseguró que la muerte de su madre ocurrió el lunes último cuando la empujó accidentalmente y Robledo se golpeó el pecho”, comentó a la prensa una fuente judicial. Luego de esa situación, el joven “se habría asustado y por eso decidió quemar el cuerpo con la ayuda de un tío de crianza, que sería oficial del Ejército, y de un tercer hombre que sería médico”. Los voceros se limitaron a repetir los dichos del joven, pero aclararon que todavía falta verificar si sus dichos son ciertos.

La principal hipótesis que manejan los investigadores del caso indica que la muerte de Robledo no fue accidental y que se trató de un ataque intencional. Las sospechas se basan, entre otros elementos de prueba, en que, cuando el cadáver de la mujer apareció carbonizado el miércoles, el joven dijo no reconocer el cuerpo de su madre cuando lo vio en la morgue. “Hay testigos que señalan que el joven mantenía una relación incestuosa con la madre y no se descarta que la agresión haya ocurrido en un arrebato violento en el marco de una discusión por cuestiones pasionales”, dijo la fuente judicial consultada.

La primera autopsia sólo estableció que no había signos de violencia tales como heridas de arma blanca o de fuego. Por ello se ordenó realizar una segunda pericia para determinar la causa precisa de la muerte. El sospechoso está alojado en la comisaría de San Miguel a diposición de la fiscal Karina Carbonella de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) número 12 del Departamento Judicial de San Martín. La causa fue caratulada como “homicidio agravado por el vínculo”.

El cuerpo de Robledo fue encontrado el 16 de agosto último, cerca de las 20, en un descampado situado en San Luis y Charlone, a unas ocho cuadras del centro de San Miguel, en jurisdicción de la comisaría primera. Un vecino fue el que avisó a la policía sobre la presencia de un cuerpo quemado, que en un principio se sospechó que tenía las piernas seccionadas desde la ingle. Luego se determinó que las piernas estaban desprendidas del cuerpo por la acción del fuego.

El cuerpo, al parecer, fue quemado sin ropas. Los investigadores creen que hubo un primer incendio en otro sitio y que el cuerpo fue arrojado luego en el lugar donde fue encontrado. Tras el hallazgo, se presentaron el lugar la fiscal Carbonella y efectivos de la Delegación Departamental de Investigaciones (DDI) de San Martín y de la seccional de San Miguel primera, quienes están a cargo de la investigación.