Domingo, 5 de noviembre de 2006 | Hoy
Una vecina, María Estela Falcone, dijo que también vio al policía sospechado pasando con su moto. Páez venía de la zona sur de la capital catamarqueña, donde apareció muerta la joven.
Es cada vez más complicada la situación del policía Manuel Páez, único detenido por el crimen de la adolescente catamarqueña Rocío Ubilla. La testigo María Estela Falcone, vecina tanto de la víctima como del victimario, declaró ante la Justicia que el martes 24 de octubre, día en que ocurrió el crimen, vio al imputado Páez venir con su moto de la zona sur de la ciudad, donde está el descampado en el cual fue encontrado el cadáver de la joven de 15 años, estudiante y modelo, quien fue asesinada de una puñalada en el pecho. Falcone declaró que ese día salió a las 8.30 de su casa de la avenida Manuel Navarro al 3500 y vio a Rocío parada en el frente de su vivienda. Cerca de las 10, cuando regresaba a su domicilio, la mujer vio venir en su moto a Páez, desde el sur, “a una alta velocidad que me sorprendió”. La versión complementa la que brindó antes el remisero Cipriano Sánchez, quien dijo que vio a Páez, dentro del horario señalado por Falcone, llevando a la joven Rocío en su moto hacia la zona en donde se cometió el homicidio.
Falcone sostuvo que Páez detuvo la marcha en la casa de su cuñado, que está ubicada sobre la misma avenida, en la vereda en la que también está la casa de los Ubiña. La joven Rocío, que ese día había salido temprano para ir al colegio Fidel Mardoqueo Castro, donde cursaba el secundario, regresó de inmediato porque no hubo clases dado que se estaba haciendo una desinfección. Al parecer, no tenía llave y encontró la puerta cerrada. Llamó a la puerta de la vivienda en la que vivía con sus padres, pero no la escucharon porque estaban dormidos. Por eso, a las 8.30, estaba todavía en la puerta de la casa, donde Falcone dice haberla visto. En ese momento, por razones que se investigan, pasó Páez con su moto Yamaha YBR 125 y la convenció a Rocío para que subiera o bien la chica le pidió que la llevara a la casa de una amiga de ella.
El abogado Víctor Pinto, que representa a la familia Ubilla, estimó que en la causa existen “elementos suficientes como para señalar la responsabilidad de Páez como autor del hecho”. Pinto fue abogado de Guillermo Luque, condenado a 21 años de prisión por el crimen de María Soledad Morales, un caso al que algunos comparan con el de Rocío. El abogado Pinto confirmó que “ya hay más de un testimonio en contra del único detenido”. Además de lo dicho por el remisero Sánchez y la testigo Falcone, hay un tercer testimonio que ubica al policía Páez en los alrededores del lugar del hecho y en compañía de la víctima.
“Páez volvía en su moto a alta velocidad, lo que me sorprendió, y estacionó en la casa de su cuñado ubicada en la misma cuadra de la víctima”, fue lo que dijo Falcone, quien además de declarar ante el fiscal Héctor Rodolfo Maidana, habló con varios medios de prensa. Falcone contó que durante los seis días que Rocío estuvo desaparecida, el suboficial de la policía de Catamarca pasaba la mayor parte del tiempo sentado frente a la casa de su cuñado, en el barrio Santa Marta. La vecina dijo que también pudo ver “una suerte de herida o raspón en uno de sus tobillos” del sospechoso detenido. Los peritos analizan algunos cabellos que fueron encontrados en la mano de la víctima, para determinar si pertenecen a Páez, ya que se supone que Rocío intentó defenderse de la agresión.
Falcone también hizo apreciaciones sobre la personalidad del único detenido. “Páez no me sorprende porque cuando vine a vivir a Santa Marta, una amiga me dijo que tuviera cuidado con él ya que se lo consideraba un acosador y un violento”, aseguró la testigo ante la prensa de Catamarca.
El abogado Víctor Pinto confirmó que “en la zona vaginal de la joven se tomaron muestras de un fluido masculino”, aunque después aclaró, en lo que puede parecer una contradicción, que “aún no se puede confirmar si se trata de semen”. Todo indica, de todos modos, que la adolescente fue asesinada luego de haber sido víctima de al menos un intento de abuso sexual.
Otra de las pistas que sigue el fiscal Maidana tiene que ver con el análisis de las listas de llamadas del teléfono celular de la víctima. Los datos ya fueron entregados a la Justicia por Telecom. Ramón Robledo y Raúl Barrionuevo, los abogados defensores del suboficial detenido, estudian la posibilidad de que su representado amplíe su declaración indagatoria en los próximos días. El jueves pasado se abstuvo de hacerlo en medio de un ataque con piedras arrojadas contra él por vecinos y allegados a la chica asesinada que se concentraron frente a la sede judicial donde debía hacerse el trámite. El martes se realizará una marcha para reclamar el total esclarecimiento del caso que revivió los fantasmas de María Soledad.
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