La Cámara de Diputados comenzó a discutir ayer la expropiación de 535 hectáreas que Benetton tiene en la localidad chubutense de El Maitén y la restitución gratuita a sus ocupantes originarios: la familia Curiñanco-Rúa Nahuelquir. La comunidad mapuche fue desalojada de esas tierras por un fallo judicial de 2003 que dirimió la disputa legal a favor de la multinacional italiana, que compró más de 900 mil hectáreas a quienes las “heredaron” tras la “campaña al desierto” que emprendió Julio Argentino Roca a fines del siglo XIX. Atilio Curiñanco, la cantante Suna Rocha y el escritor y periodista Osvaldo Bayer argumentaron a favor del proyecto presentado por el diputado Carlos Tinnirello ante los legisladores de la Comisión de Legislación General. Algunos diputados peronistas adelantaron su apoyo y el PRO se opuso en “defensa” de la seguridad jurídica.

El proyecto de Tinnirello (Red de Encuentro Social) tiene apenas tres artículos: la declaración de utilidad pública y sujeto a expropiación del predio de 535 hectáreas de “Santa Rosa” ubicado en el kilómetro 1440 de la ruta 40, en El Maitén, provincia de Chubut, la restitución gratuita a sus antiguos ocupantes de la comunidad mapuche-tehuelche y una indemnización equivalente al monto en que las adquirió su actual propietario.

Pero el diputado también repasó el extenso fundamento ante sus pares. Denostó la “campaña al desierto” de Roca, que “mató a millones” de personas de los pueblos originarios con el “supuesto objetivo de poblar la Patagonia”. Cuestionó la extranjerización de las tierras patagónicas y los “dudosos” títulos que exhibió la Compañía de Tierras del Sud, propiedad de la multinacional Benetton, en el proceso judicial.

Atilio Curiñanco, que junto a su esposa, Rosa Rúa Nahuelquir, encabezó la resistencia de la comunidad mapuche por la posesión de las tierras, también expuso ante los legisladores. “No creemos que somos los dueños de esa tierra. Somos sus dueños. Pero nos quitaron parte de la vida”, sentenció Curiñanco, que reclama para su comunidad el predio donde nació y se crió, igual que sus antepasados. “No es un capricho de un indio porfiado, como dijeron. Mapu es tierra, nuestra tierra, y tenemos la fortaleza de cinco años de lucha para seguir peleando por ella”, insistió.

Suna Rocha cuestionó a los legisladores por la indefensión legal de los pueblos originarios, sus tierras y los recursos naturales. “En Catamarca vi algo que nunca antes había visto: algarrobos secos”, dijo, para luego dar su explicación. “En La Lumbrera (la mina de oro catamarqueña) se extraen además del oro otros 30 minerales, sobre los que nadie paga regalías. Y para limpiar 300 toneladas de piedras se utilizan 8 millones de litros de agua potable y se contamina el ambiente con cianuro, que tampoco nadie controla”, reclamó la cantante.

A su turno, Bayer fue claro con los legisladores en su defensa de los pueblos originarios. “No voy a citar lo publicado en algún diario de izquierda, sino los datos del propio boletín de la Sociedad Rural”, dijo el escritor para referirse a los ruralistas que financiaron la “campaña al desierto” y que luego se transformaron en grandes hacendados por sus favores: “Martínez de Hoz recibió 2,5 millones de hectáreas en las mejores tierras del sur bonaerense y La Pampa”; “2,6 millones de hectáreas se repartieron entre 137 familias británicas en Santa Cruz” y las que se “adjudicó” el propio Roca, entre otras tantas. “Los documentos que firmó Roca son los mismos con que Benetton justifica la propiedad sobre esas tierras”, argumentó el escritor.

Luego, Bayer recurrió a una anécdota reciente para graficar su exposición sobre la extranjerización de las tierras del sur argentino. Contó que una publicación satírica alemana sugirió al presidente del Deutsche Bank que “se compre (entre otras muchas propiedades) una estancia en la Patagonia”, cuando se conoció que su sueldo anual era de veinte millones de euros.

La compra de grandes extensiones de tierras y sus recursos naturales en la Patagonia es –de acuerdo con una larga lista que enumeraron los expositores– una constante entre multimillonarios europeos y estadounidenses. Algo que el propio gobierno de Chubut parece tener en claro: a fines de 2006 contrató al rugbier Agustín Pichot (figura de Los Pumas) para que “promocione la provincia” en el mundial de rugby de este año en busca de “inversiones”, incluida la venta de tierras.

Sin embargo, el proyecto aún deberá atravesar no pocos escollos burocráticos hasta llegar al recinto de deliberaciones en busca de su aprobación. La diputada Graciela Camaño adelantó su respaldo, pero pidió que la comisión “reúna toda la documentación necesaria” antes de aprobar un dictamen. En cambio, el macrista Pablo Tonelli cuestionó que el proyecto de expropiación “sea la respuesta a una sentencia judicial que no es aceptada por los perdidosos”. “Si quiere aplaudimos la sentencia acá mismo, aunque no la comparta, si se soluciona la situación de esta comunidad”, retrucó Tinnirello.