El paradero de Omar Chabán, en libertad hasta el juicio oral por el desastre de Cromañón, donde murieron 194 personas, es secreto de Estado. La búsqueda de Chabán –sobre todo la protagonizada por la prensa– es una tragicomedia de enredos. Como si se tratara de encontrar el tesoro escondido, los equipos periodísticos recorrieron San Miguel del Monte, donde tendría su morada el ex gerenciador de Cromañón. “Yo no tengo la menor idea. No fui notificado de nada que se le parezca a la presencia de Chabán en este lugar.” Julio Rusto, comisario de la localidad bonaerense ubicada a 110 kilómetros de la Capital Federal, juró y rejuró ante Página/12 que no tiene ninguna información que dar. “Yo no tengo ni la más mínima información y tampoco quiero tenerla. Me parece lógico que la Justicia mantenga en el anonimato el domicilio de Chabán y me parece una locura lo que están haciendo algunos medios. Acá lo que importa es el juicio oral y mi representado no se va a fugar”, le prometió también, a este diario, Pedro D’Attoli, defensor del hombre más buscado del país.

El abogado José Iglesias, padre de uno de los chicos que murieron en el boliche del barrio de Once, aseguró que los familiares no tienen la intención de “andar persiguiendo a Chabán”. Iglesias aseguró que “los cinco grupos de padres nos reunimos y estuvimos de acuerdo en algo fundamental: no tenemos ningún interés en saber dónde está Chabán. No nos vamos a enganchar en esta búsqueda, ni siquiera cuando nos llaman de algunos medios, cada diez minutos, para preguntarnos: ‘¿Van a ir para allá para saber si está Chabán?’ A veces nos parece una incitación a la violencia lo que están haciendo. Y nosotros no vamos a entrar en eso”.

Fueron muy pocos los familiares que se movilizaron para repudiar la libertad de Chabán. Jorge Guiralt fue uno de los que ayer estaba, todavía, en San Miguel del Monte. “Cuidado señor vecino, Omar Chabán ha llegado a la ciudad y es un asesino”, decían los afiches que estaba repartiendo por la zona céntrica. Los familiares anunciaron que se iban a reunir con el presidente del Concejo Deliberante local, José Luis Diez, para impulsar que el cuerpo legislativo declare a Chabán “persona no grata”. Claro que, primero, van a tener que confirmar que el gerenciador de Cromañón esté realmente en San Miguel del Monte, algo que hasta anoche no ocurrió.

Los rumores de que estaba alojado en la estancia El Recreo o en el country San Pablo, de esa localidad, no tuvieron su correlato con la realidad. “Está en libertad, pero está vigilado y a disposición del Tribunal Oral que lo va a juzgar. Es lógico el anonimato del domicilio, cuando ya hubo antecedentes de escraches y actos violentos en ocasiones anteriores. Hay que tener en cuenta que Chabán ha tenido una conducta ejemplar en estos dos años y medio que estuvo preso. Lo mejor sería mantener la tranquilidad social, pero el embate mediático sigue y no conduce a nada bueno. Chabán está en permanente contacto con una unidad de seguimiento discreta y es necesario terminar con el sensacionalismo, con los helicópteros sobrevolando las zonas donde podría estar. Es ridículo.”

Lo mismo dijo José Iglesias, en nombre de los familiares. “Nosotros no nos enganchamos en esta búsqueda. Nos dedicamos a otra cosa. Que Chabán no se escape es un problema de la Sala Tercera de la Cámara de Casación”, sostuvo el abogado. Palabras similares dijo Fernando Soto, abogado de otras de las víctimas.

Otro de los padres consultados fue Ricardo Righi, uno de los más radicales al momento de condenar las actuaciones públicas de Callejeros o la libertad de Chabán. “Yo estoy en mi casa, no me moví de aquí. Lo que tengo es dolor. La Justicia nunca nos hizo caso y ahora pasó lo mismo de siempre. No sé dónde está Chabán ni lo estoy buscando.”