Los bonaerenses denunciaron que "congresales y militantes del sector fueron golpeados", y aseguraron que representantes de la conducción no los dejaron ingresar, porque hoy está previsto "votar la intervención del partido a nivel provincial", explicaron.

En tanto, desde el ala de Giustiniani aclararon que sí se permitió el ingreso a todos los congresales, aunque no a los militantes, y acusaron al sector disidente de "acudir con palos y romper vidrios" para ejercer presión antes del inicio del cónclave.

La cúpula del partido prevé hoy intervenir la fuerza en la provincia por el acercamiento al kirchnerismo de los principales referentes del grupo, como Basteiro, el vicejefe de Gabinete Jorge Rivas y el secretario de Relaciones Parlamentarias de la Jefatura de Gabinete, Oscar González.

La entrada al recinto solo está permitida para los congresales -previa presentación de su documento de identidad-, pero también quisieron ingresar los militantes bonaerenses, que se toparon con la negativa de los organizadores del encuentro.

El rechazo generó un tensión en el inicio del evento y denuncias cruzadas de ambos sectores que defendieron sus posturas.

En ese marco, los representantes de la provincia informaron que hay dos personas que sufrieron cortes por los forcejeos que tuvieron lugar en Costa Salguero y debieron ser asistidos en el hospital Fernández.

Por su parte, los oficialistas se quejaron de que los disidentes "están tratando de ensuciar un procedimiento que tiene que ser tranquilo" y remarcaron que "se bajaron de los micros con palos y empezaron a romper los vidrios" del lugar.

Incluso, afirmaron que agredieron a los cinco veedores judiciales que concurrieron a fiscalizar el normal desarrollo del Congreso Extraordinario.