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La iniciativa, presentada hoy en una rueda de prensa por el ministro de Economía bonaerense, Rafael Perelmiter, y el titular de ARBA, Santiago Montoya, contempla una suba menor al 20 por ciento para alrededor del 3 por ciento del total de propiedades de mayor valuación e "impuesto cero" para casi 1 millón de hogares pobres.

Durante la presentación, realizada en la sede de ARBA en la Ciudad de Buenos Aires, Perelmiter y Montoya desmintieron que la provincia instrumente un revalúo.

El objetivo del proyecto es "recuperar la transparencia en el método del cálculo del impuesto" y corregir la actual "carga tributaria despareja", aseguró Montoya.

El titular de la agencia de recaudación bonaerense aseguró que "no hay revalúo" y que la cuestión pasa por recuperar "la transparencia en el método del cálculo del impuesto".

Perelmiter y Montoya salieron de esta forma al cruce de una nota publicada hoy en la que se sostiene que el gobierno provincial estudia un aumento de alrededor del 30 por ciento en el impuesto inmobiliario a través de un revalúo de las viviendas más caras.

Montoya sostuvo que las correcciones se aplicarán "sin un objetivo recaudatorio, sino con un objetivo de justicia social: estamos beneficiando a un millón de hogares pobres y produciendo pequeñas reducciones de subsidios que estaban concentrados en hogares que podrían pagar el monto promedio que surge de la carga tributaria lógica".

"Lo que estamos haciendo es arreglando los problemas que tenemos acumulados durante muchos años, y no estamos produciendo un aumento masivo de impuestos en la provincia de Buenos Aires. Lo que queremos es ir resolviendo situaciones que afectan a pocos ciudadanos de cierta capacidad contributiva, para que la carga tributaria sea más pareja", agregó.

"En materia de propiedades urbanas -explicó-, lo que nosotros tenemos es una situación de 'Hood Robin' en algunos casos; como consecuencia de diferentes medidas que se han ido aplicando a lo largo de los últimos 12 o 13 años".

De acuerdo al funcionario, a lo largo de sucesivas leyes y revalúo parciales, se fueron colocando topes en el cálculo del impuesto inmobiliario a diferentes situaciones.

"Imagínense 6 millones de partidas a lo largo de más de 10, con más de 20 resoluciones, que entre ellos se combinaban y fueron generando este tipo de problemas, problemas donde propiedades que valen lo mismo pagan 5 veces más que otras y se apartan mucho de la media", ejemplificó.

"Vamos a cambiar la forma de cálculo del impuesto inmobiliario, de tal manera que el impuesto inmobiliario se calcule en forma transparente como un porcentaje de la valuación fiscal de la propiedad, por supuesto que va a haber diferentes alícuotas para que las personas que están pagando bien, sigan pagando lo mismo", señaló el funcionario.

De este modo, "eliminamos el sistema de cuota fija, eliminamos todos los topes", y habrá un sistema "donde el vecino puede saber en función de la valuación fiscal que le aparece en la boleta, cuál es el tramo de alícuota que le toca".

Con la aplicación de la medida "la suma y resta (de la recaudación) dan lo mismo, esto está diseñado para que los cambios de valor entre todas las escalas sean menores a 2 ó 3 pesos, o sea que ni se van a dar cuenta, los que sí se van a dar cuenta son aquellos que están en propiedades de valuación fiscal de más de 150 mil pesos".

A modo de ejemplo señaló que en el caso de propiedades de alrededor de 250 mil dólares de valor de mercado, equivalente a 500 mil pesos de valuación fiscal, en el partido de La Matanza pagan 600 pesos de impuesto por año; en Campana 750 pesos, mientras que en Lanús la cifra trepa a 2.500 pesos anuales y en Quilmes a 2.600.

Algunos contribuyentes "pagan la quinta parte de lo que pagan otros, hemos estado subsidiando a gente que vive en countries, y afortunadamente ahora tenemos la decisión política de no hacerlo más", dijo Montoya.

A lo largo de este año, el objetivo es hacer "un promedio de subsidios, que no llega al 20 por ciento (de los contribuyentes), y queremos utilizar esta cuantía de subsidios y trasladársela a los pobres".

Montoya dijo que la instrumentación del plan llevará "una cantidad de años para ir reduciendo esto mediante pequeños reajustes graduales".

Para equilibrar esta carga tributaria despareja, se aplicará un aumento cercano al 20 por ciento -el porcentaje exacto aún no está definido-, a un 3 por ciento de propiedades que actualmente pagan menos de la media para su valor fiscal.